POR: DR. PHD. JAVIER FLORES AROCUTIPA
EL 23 de setiembre de 2021 se publicó el documento de docentes de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM), que señalan que el CONCYTEC ha elaborado un nuevo reglamento de calificación de los investigadores del (RENACYT), el tercero en cuatro años, aprobado mediante Resolución de Presidencia Nº 090-2021-CONCYTEC-P del 27 de agosto 2021. Elaborar tres reglamentos en un periodo de cuatro años es, inseguridad jurídica para el trabajo de investigación. Esto desordena el quehacer de los investigadores y perjudica el desarrollo de la ciencia en el Perú, pese a que el Perú tiene menos inversión per cápita en investigación.
Al respecto señalan que establecer ocho niveles de clasificación, podría beneficiar a una pequeña élite en desmedro de la mayoría de los investigadores.
La consideración de artículos científicos únicamente de los tres últimos años de producción académica, y no de cinco, como era anteriormente, estimula una perniciosa cultura de “productividad” inmediatista, perjudicando la calidad de la investigación, más aun estando en estado de pandemia y aislamiento social, lo que dificulta la investigación. Todos saben que son pocas las revistas indexadas en el Perú.
Se privilegian algunas bases de datos para calificar la producción académica, como Scopus y WoS-JCR, otorgando menos puntos a otras como Scielo, WoS sin cuartil o ignorando a algunas otras como Latindex Catálogo 2.0, Redalyc y ERIH Plus. Este aspecto es especialmente dañino para las áreas de Ciencias Sociales y Ciencias Humanas.
Se otorga un puntaje muy reducido a los libros y capítulos de libros debidamente calificados, forma de producción dominante en las Ciencias Sociales y Humanas. Estas disciplinas se ven especialmente perjudicadas por el uso de indicadores y bases de datos que no permiten evaluar adecuadamente la relevancia de sus aportes.
Terminan señalando que, el nuevo sistema desconoce muchas de las facetas que desarrolla un investigador. Por ejemplo, no se asigna puntaje por ser árbitro para revistas, ni tampoco por ser editor o miembro del comité editorial. Estas labores demandan tiempo y esfuerzo y son sumamente importantes en la divulgación de la ciencia, pero no son valorados.