La recesión toca las puertas

…el alza del costo de vida se siente en las calles, el crecimiento del índice de la pobreza y la falta de puestos de trabajo es cada día más alarmante.

POR: ENRIQUE LAZO FLORES   

La inversión minera en el país, lejos de recuperarse en este gobierno de Dina Boluarte, se aleja cada vez dejando en el camino de los sueños, las inversiones en este importante sector con mayor proyección económica y que ha sabido sostener muchas crisis que agobió al país.

De acuerdo a las estimaciones que tiene el Ministerio de Energía y Minas (Minem), según expertos y de acuerdo con el último boletín de ese ministerio, la inversión minera hasta el mes de junio de este año, había caído en un 17.3%, registrando solamente US$ 378 millones menos, en comparación a lo que se había registrado el año pasado de US$ 457 millones en el mismo mes del 2022. Y en el acumulado de enero a junio fue de US$ 1,895 millones lo que representa una contracción de 19.2% en comparación al mismo periodo del año 2022, según indica ese documento.

Lo contradictorio es que en este segundo semestre alcanzaría una inversión total anual de US$ 3,790 millones, una cifra que estaría lejos de los US$ 4,700 millones que el Minem espera ejecutar en inversión minera al cierre del 2023. Que tan lejos estaría o más cercano de lo que el presidente de la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (SNMPE), Víctor Góbitz, había proyectado, aproximadamente US$ 3,000 millones para este año.

Lo cierto es que con estos datos que emite el Minem, la inversión minera para el proceso de exploración se frena y con ello se cae los demás rubros como la construcción de plantas y búsqueda de nuevos yacimientos las cuales no ha crecido puesto que solo ha marcado el 0,02% en equipamiento minero en junio, el gasto cayó 20.8%. En infraestructura se contrajo 24.3%; en desarrollo y preparación de minas retrocedió -4.0%, y en el rubro en general de otros (menos del 32.0%).

O sea, al margen que la presidente Dina Boluarte ignoró a la minería en su mensaje del 28 de julio, la realidad nos muestra un panorama sombrío como lo señala Miguel Cardozo, director del Instituto de Ingenieros de Minas del Perú (IIMP), que no se espera alcanzar lo invertido el año pasado, ni aun lo que estima el Minem (US$ 4,700 millones). Más bien indica que su cálculo es que se podría llegar a unos US$ 3,500 millones el 2023. Augurios desalentadores para el sector minero.

Tan desalentadores son que el gobierno no hace ningún esfuerzo para tratar de sacar adelante los proyectos que por años esperan la oportunidad de ser destrabados, empezando por los procesos de trámites que son demasiados engorrosos, lo que ha permitido que a la fecha solamente se logre destrabar 11 proyectos de construcción por más de US$ 9,000 millones. Bueno, eso es luego de grandes esfuerzos y espera de muchos años.

Este importante sector esperó con mucha expectativa el mensaje de Dina Boluarte, sobre todo, a que se anuncie el destrabe de importantes proyectos y que se agilice los trámites a través de una Ventanilla Única, sin embargo, lo que está demostrando este gobierno, es que existe un criterio tendiente a reconocer que no les interesa impulsar la minería como un factor que sostiene la economía a través de los impuestos e inversiones que se traducen en obras, sobre todo en sectores donde el gobierno no le pone atención debida, como es el sector Educación y una gran ayuda sería a que se logre el destrabe de proyectos mineros como factor de desarrollo y sostén de la economía en el país.

En un país como el nuestro, donde predomina la inversión minera, la esperanza de desarrollo y progreso está precisamente basado en la inversión privada, y estamos convencidos que en los pueblos rezagados se vive mirando a esta industria como la esperanza de cerrar brechas para salir del atraso, ya que las operaciones mineras cumplen un papel importante a través de sus programas sociales, que propician el mejoramiento de la calidad de vida, construyendo infraestructuras educativas y capacitando a pequeños y micro empresarios en zonas de influencia minera.

A estas alturas y en el poco tiempo de este gobierno la población ya está sintiendo que la recesión económica está tocando la puerta, aunque el gobierno trate de disimularlo, el alza del costo de vida se siente en las calles, el crecimiento del índice de la pobreza y la falta de puestos de trabajo es cada día más alarmante, la corrupción en el Poder Legislativo sobre pasa todo capacidad de tolerancia, el poder ejecutivo se hace de la vista gorda y prefiere vivir en la burbuja de la indiferencia, apoyado en una prensa que distorsiona la verdad y pone al pueblo en manos de la delincuencia.

La recesión nos asfixiará, mientras la naturaleza que nos da la riqueza seguirá bajo tierra, sin que nadie logre explotarlo para sacarnos de la miseria. La miopía del gobierno, sumado a la indiferencia a los pueblos rezagados que claman vivir de sus riquezas que la naturaleza le da, es más que evidente que el país necesita nuevos rumbos que ayuden a la inversión privada.

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