POR: DR. PHD. JAVIER FLORES AROCUTIPA
Más allá de los que teniendo capacidades económicas no se involucran en las tecnologías en el tercer entorno son los discapacitados tecnológicos. Pero quienes al mismo tiempo desarrollan normas y actividades queriendo postergar las TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación) en la formación en educación superior universitaria no contribuyen por no entender el denominado el tercer entorno.
Otra de las cosas que está fallando en el sistema es cuando hay muy pocas personas que tienen el dominio del método, pero al mismo tiempo los escases de las TIC que incide en la investigación científica. Obviamente la pobreza es un factor que tampoco ayuda. El ministro de educación Martín Benavides, quien se ha preparado en universidades extranjeras, tal vez haya leído sobre la pobreza peruana, pero no percibo que lo sienta y no creo que sea uno de sus paradigmas.
Cuando lo escuchamos pareciera que, para él, los niños peruanos tienen la misma oportunidad de niños que viven en los distritos de San Isidro, Jesús María de Lima, o de cualquier país desarrollado y que todos los adolescentes tiene la oportunidad de estudiar en la PUCP pagando 3500 soles mensuales o viajar a una universidad de Estados Unidos como quien estudia en una universidad privada del Perú fuera de Lima.
Y hoy nos habla respecto a la educación virtual, olvidando que cuando era superintendente de SUNEDU se opuso a que fuese desarrollada por las universidades. Hoy, reflexiona, cómo titular del MINEDU desde donde ha tenido que aceptar la realidad que nos propuso esta pandemia y lo que en gran parte del mundo desde hace buen tiempo vienen desarrollando y aprovechan de mejor manera el tercer entorno: la digitalización en la economía y la administración y lo que es mejor en a la producción de conocimiento.
En ese sentido cuando vemos videos de niños de nuestras zonas rurales que tienen que subir a un cerro para escuchar radio e intentar aprender algo, ratificamos que los que tuvieron la oportunidad de prepararse en el extranjero porque tuvieron la oportunidad económica de sus padres, no observan la escasez de computadoras y acceso por hogar de internet en el sur peruano y en todo el Perú.
En el sur peruano, al cierre del 2018 (INEI) el 35% de los hogares en Cusco, Arequipa, Puno, Tacna y Moquegua tienen al menos una computadora. (Al año 2008 solo un 19% de los hogares tenían el equipo. Si bien hoy tenemos un mayor número de hogares con al menos una computadora, estos solo alcanzan un máximo de 35%, tal vez un 40% pero hay un 60% de hogares que no tiene al menos una computadora por hogar. Respecto al internet por hogar debemos señalar que solo el 27% (2018) tienen internet en tanto el 63% de los hogares no tiene el servicio. Si bien Tacna supera ligeramente el 40%, en el Cusco solo el 13.9% de hogares tiene el servicio de internet. También hay que decir que en el año 2008 solo el 7% de los hogares de donde ‘tenían internet. Hoy es del 27 o 30%. Hay que reconocer esta falencia en el ánimo de mucho por hacer. En el sur peruano al menos el 50% de hogares no tienen este servicio. Tampoco sabemos si pueden pagarlo.
Una buena noticia en las debilidades digitales mencionadas: el uso del celular por hogar, que puede ayudar a superar la brecha tecnológica y social. En el año 2008 el 60% de los hogares al menos tenía un celular; en el año 2018 este era de casi 91%, hoy tal vez sea del 95%. Este podría ser el elemento mínimo de comunicación para aprender y luchar inclusive contra pandemias similares a la que hoy sufrimos. En las transacciones de una economía de mercado, vía dinero electrónico o digital por celular.