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La marca personal de un candidato

En lo particular considero que la marca personal no debe estar desligada de uno mismo y de su esencia, y por ello agrego lo siguiente: “Sé tú mismo, los demás puestos están ocupados” [Oscar Wilde].

POR: JULIO FAILOC RIVAS   

¿Recuerdan el mensaje del chino Fujimori cuando ganó las elecciones en el 90? Ajá, qué buena memoria: “Honradez, tecnología y trabajo”, justo lo que quería la población frente a la coyuntura de crisis, de desgobierno y falta de trabajo que había dejado el régimen de Alan García.

De eso se trataba, de un mensaje sencillo y que responda a las necesidades más sentidas de la población y sus electores, y sobre todo que se meta en tu ADN. Lo del chino funcionó, por además de la crisis, que se expresaba en más corrupción y desempleo, Mario Vargas Llosa, competidor de Fujimori en ese entonces, nos vendió la necesidad de un país moderno.

Entonces, el mensaje tenía sentido porque se alineaba con las necesidades de la población, y sobre todo, con la imagen del candidato. En ese entonces, la imagen del chino, estaba asociada al Japón, un país moderno con alta tecnología, pero además con la honradez propia de los orientales, elementos claves que hicieron que la candidatura de Fujimori, no solo despegara, sino que también ganara las elecciones del 90. Lo que pasó después no es cuento chino, Fujimori se levantó el país en peso dejándoles como herencia una marca personal negativa a los fujimoristas que les va a durar siglos desprenderse de ella.

Si bien el ejemplo hace alusión a la marca personal en el sentido negativo, también es posible construirla de manera positiva y provocada. La marca personal positiva que diferencie del resto. Algunos le llaman marketing personal, yo prefiero quedarme con el primero porque se entiende mejor y es más fácil de hacerlo comprensible.

Patricia Cánepa, señala que: “Se trata de la capacidad de diferenciarte con una propuesta coherente, integral, para marcar la diferencia no sólo en cómo te perciben, pero; sobre todo, en lo que haces, de tal manera que puedas lograr tus objetivos”. En consecuencia, es algo que debe ser parte de tu agenda política, si intentas incursionar en la política.

La esencia de la marca personal parte de definir -y afinar continuamente- cuál es tu propuesta de valor única, qué es eso que te hace a ti, una persona interesante, diferente y relevante para el mercado electoral, de tal manera que la gente se incline por ti y no por otro.

Aquí algunos mensajes ilustrativos que pueden ayudar a entender de lo que estamos hablando: “Es la huella que dejas en el corazón de los demás” (Jordi Collell); “Si eres uno más, serás uno menos” (Andrés Pérez Ortega); “Si nuestra única oportunidad es la de ser iguales, no es una oportunidad” (Margaret Thatcher).

No obstante, de ello, en lo particular considero que la marca personal no debe estar desligada de uno mismo y de su esencia, y por ello agrego lo siguiente: “Sé tú mismo, los demás puestos están ocupados” (Oscar Wilde); “Es ser tú mismo, y hacer que los demás lo vean y lo entienda” (Pablo Adán).

Total, mi marca personal, no soy yo, sino lo que dicen de mí, cuando no estoy. Pero no me quejo porque yo soy el único responsable de la imagen que proyecto, ¿o no?

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