POR: GUSTAVO PINO
En esta última semana, que dio el preámbulo al 203 aniversario de la independencia de nuestro país, Moquegua —mal conocida como La ciudad dormida— fue testigo de un movimiento cultural interesante de analizar. Dos iniciativas en particular se consolidan como factores clave para hablar de sostenibilidad en proyectos culturales, implicando no solo la realización de eventos puntuales, sino también la creación de un movimiento logístico que permita su continuidad en el tiempo. Esto incluye la formación de públicos, el apoyo constante a los artistas locales y la integración de la cultura en las políticas públicas; y que estas acciones conlleven a un respaldo económico que garantice su desarrollo y crecimiento a largo plazo, estos últimos puntos aún distantes en nuestro contexto. Aun así, se puede asegurar que el impacto cultural no sea efímero. Y a pesar de que el movimiento cultural en nuestra ciudad aún resulta escaso, estas propuestas destacan y merecen ser mencionadas por lo explicado líneas arriba.
El pasado jueves por la noche se llevó a cabo la V Escenificación de la Proclamación de la Independencia del Perú, organizada por la Asociación Sociocultural Suyay. Con 250 actores en escena caracterizados como nobles de la época, jefes militares, autoridades y el pueblo en general, se recreó la proclamación realizada por el general don José de San Martín el 28 de julio de 1821. La actividad se llevó a cabo en la plaza de Armas de Moquegua, y la parte central del acto se realizó en el balcón de la casa de Herbert de la Flor Angulo, quien fue un ilustre moqueguano. Esta escenificación, que nació como iniciativa de los jóvenes de Suyay en 2017, contó ahora con la participación y apoyo de la 3era Brigada Blindada, la Municipalidad Provincial Mariscal Nieto, la IEPB Max Uhle, la IE Rafael Díaz y la IEP Virgen de Guadalupe.
La Asociación Sociocultural Suyay fue fundada en 2017 por los entonces estudiantes de derecho Oliver Velásquez Vílchez, Walter Centty Vera y Juan Antonio Pino Cusihuamán, como Grupo Artístico Cultural Suyay. Posteriormente, en 2018, Suyay decidió cambiar su nombre a Asociación Sociocultural, con la intención de no solo aportar cultura y arte a Moquegua, sino también estar pendientes de las problemáticas socioculturales de nuestra región.
Por otro lado, el viernes último, la Asociación Guargüeros, liderada por Nicolás Estremadoyro y Rodrigo Manchego, realizó el estreno regional de la película “Historia de Shipibos” de Omar Forero, recién estrenada a nivel nacional este año. La función doble incluyó una muestra de cortos de la Escuela de Cine Amazónico y luego la proyección de la mencionada película. La Asociación Guargüeros, también liderada por jóvenes moqueguanos, comenzó con esta iniciativa en el auditorio del Gobierno Regional Moquegua el 8 de enero del año en curso, y hasta el momento han proyectado 57 películas.
Estas dos iniciativas, aunque distintas en su enfoque, comparten una visión común: fomentar la cultura y las artes en Moquegua. La promoción del cine nacional por parte de Guargüeros nos ofrece una ventana a diversas realidades y nos invita a reflexionar sobre nuestra sociedad y cultura. Sin embargo, aún no se puede hablar de cine regional en nuestra región debido a las escasas producciones locales. Para que el cine regional se desarrolle plenamente, es fundamental que se promueva la producción local, se brinde apoyo a los cineastas emergentes y se cree una infraestructura que permita la realización de más largometrajes y cortometrajes en nuestra ciudad.
Pero también, para lograr un verdadero impacto, es crucial que la comunidad moqueguana se involucre en eventos culturales, apoyar a las asociaciones locales y fomentar la educación artística en nuestras escuelas. La cultura es un reflejo de nuestra identidad, y al apoyarla, estamos invirtiendo de manera impalpable en un futuro más cohesivo. Aún queda mucho por hacer para fortalecer el movimiento cultural en Moquegua, y es necesario que tanto el gobierno local como la sociedad civil trabajen de la mano creando más espacios y oportunidades para la expresión artística y cultural.