POR: PROF. MARLENE CÉSPEDES DE HERNÁNDEZ
Empiezo este escrito saludando la iniciativa, tanto pública como privada, de resaltar la figura del gran moqueguano primer precursor de la Independencia nacional, don Juan Vélez de Córdova Salgado y Araujo.
Es cierto que fue un precursor olvidado, pero solo hasta el año 1979, cuando por gestión de la distinguida dama moqueguana, señora Piedad Rivera de Badoíno, directora del Colegio Particular de Villa Cuajone (donde tuve el honor de trabajar), y ante el beneplácito de la colectividad de Moquegua, el colegio adopta el nombre de «Juan Vélez de Córdova» en recuerdo y homenaje al primer precursor de la Independencia del Perú, quien con su manifiesto lanzado en Oruro se anticipó en muchos años al movimiento de José Gabriel Condorcanqui (Túpac Amaru).
Según el manifiesto, se presentan las razones por las cuales fundamentó su rebelión. Cabe resaltar que la número 7, en mi humilde opinión, es la más relevante, pues demuestra que fue un hombre extraordinariamente justo, honesto, creyente, con mucho temor a Dios y correcto en todo el sentido de la palabra, un orgullo para todos los moqueguanos.
Por último, destaco que los datos están impresos en un folleto que nuestro ilustre coterráneo, don Luis E. Kuon Cabello, publicó por la elevación a Villa de San Agustín de Torata.
