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El fenómeno Pedro Castillo

Si el 2012 los maestros ya estaban divididos en dos colegios de su profesión, uno con influencia de los “socialistas” y el otro por los “patrias”, sería la antesala de la próxima división que comenzaría a cimentarse en el SUTEP durante la huelga magisterial del 2012.

POR: JORGE ACOSTA ZEVALLOS (ECONOMISTA)   

Fui testigo que antes del 2012 en el interior del Sindicato unitario de los trabajadores de la Educación del Perú (SUTEP) crecía fuertemente la oposición contra la dirigencia tradicional del gremio dirigida por dirigentes de “Patria Roja”, se les acusaba de burócratas que había implementado un sistema de relección por congresos y convenciones apoyados con el brazo financiero de la Derrama Magisterial.

En esta corriente militaban los del partido socialista, pukallactas, modafevistas, huaynalayas y decenas de dirigentes provinciales sin identificación política. Los primeros eran presentados como el SUTEP orgánico, tenían reconocimiento legal, participaban en las negociaciones del pliego nacional y habían cambiado su afilada bandera de confrontación vertical por la priorización negociadora en los diferentes niveles del Ministerio de Educación (MINEDU).

En el lado opuesto, se alineaban los que reivindicaban la lucha magisterial abierta ante la patronal gubernamental con el añadido que esta vez las elecciones de sus dirigentes se ejercitaban mediante el voto universal directo, las decisiones se tomaban en las bases y se cuestionaba fuertemente la vigencia de la Derrama Magisterial. Aparecían denominándose como los SUTE regionales.

Si el 2012 los maestros ya estaban divididos en dos colegios de su profesión, uno con influencia de los “socialistas” y el otro por los “patrias”, sería la antesala de la próxima división que comenzaría a cimentarse en el SUTEP durante la huelga magisterial del 2012. La dirigencia nacional orgánica de este gremio fue perdiendo piso y bases, son los sutes regionales dirigidos por maestros no afines a la ideología de los primeros los que dirigirían un gran movimiento de profesores movilizados en todo el país que fueron duramente golpeados durante el segundo gobierno de Alan García, por ello abanderaron la modificación de la Ley Magisterial, el aumento de las remuneraciones y el pago de la deuda social entre otros.

Los siguientes años serian de disputas por parte de los dirigentes del SUTEP orgánico de no perder sus espacios de influencia, afiliados, continuidad de la Derrama Magisterial, asegurar el reconocimiento legal, posesionarse como voceros aceptables en todos los niveles del MINEDU y conseguir resultados.

Otra será la ruta de los SUTEs regionales que comienzan a crear otro gremio paralelo con el nombre de SUTER a través de las elecciones mediante voto universal en los distritos y regiones donde podían, darle vida orgánica y buscar el reconocimiento legal. No lo lograrían, para tal objetivo se requiere un gran aparato logístico y financiero y segundo, el gobierno de turno no les felicitaba el trámite por el miedo a su radicalidad.

Después de varios avatares y movimientos magisteriales, comenzaría la huelga de los profesores del 2017 que empezó solo con el SUTER Cusco, luego se plegarían otros semejantes distanciándose de la dirigencia nacional y demostrando que el magisterio estaba muy fragmentado.

Aun así, se forma el Comité Nacional de Lucha Nacional de bases regionales del SUTEP en la que manifestaron que la dirigencia de Patria Roja no los representaba y a su vez que no representaban al Movimiento por la Amnistía y Derechos Fundamentales (Movadef) del cual zanjaron distancias. La huelga duraría muchos días y es el ministro del Interior Basombrío sería el que agitaría más las aguas al acusar a muchos de sus líderes de terroristas. Liderando este gran movimiento, se muestra el profesor chotano y rondero Pedro Castillo.

Pedro Pablo Kuczynski deja en manos de la ministra de Educación Marilú Martens la negociación del pliego y le quedará muy grande el encargo y será motivo de vacancia por parte de los fujimoristas del Congreso. En el balance la figura de Castillo será apreciada por las bases de los profesores y muchos padres de familia.

En la parte política en el mismo año 2017 caerá Kuczynski, le sucederá Martin Vizcarra quien cerrará el Congreso de la Republica al año siguiente. En las elecciones para el nuevo Congreso el Partido Humanista de Simons metido en casos de corrupción se aparta de este partido legal y lo cederá al frente Únete conformado por Fuerza Social, Ciudadanos por el Cambio, Movimiento por el Socialismo, Partido Comunista Unidad y Partido Comunista Patria Roja formado con el nombre de Juntos por el Perú (JP), posteriormente se unen con Nuevo Perú (NP) y se presentan al proceso electoral legislativo del 2019.

José Cerrón ex gobernador de Junín, acusado de actos de corrupción, y presidente del Partido Nacional Perú Libre (del lápiz) también decide participar en el proceso electoral. Ambos partidos no lograron poner ningún congresista. En las elecciones 2021 Juntos por el Perú y Perú Libre participan en las elecciones presidenciales y congresales, el primero con Verónika Mendoza y el segundo con Pedro Castillo.

Al inicio del proceso el partido de Verónika tendrá las mayores preferencias, sin embargo, lo ira perdiendo por el mayor dinamismo de las bases del partido del Lápiz que tendrá en los maestros del SUTER sus mayores propagandistas, también con el mismo programa, pero más radicalizado.

El ascenso se producirá vertiginosamente en las ultimas semanas antes del escrutinio y se erigirá en el más votado del proceso electoral y pasará a la segunda vuelta. El fenómeno Castillo se explica también por la ruta seguida como dirigente y referente nacional decantando a los que consideraba malos dirigentes y fusionándose con los más afectados por la pandemia y crisis económica. Ahora ya no basta la vehemencia sino la visión de un mejor país que está de luto por la pandemia y la crisis económica.

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