ESCRIBE: JULIO FAILOC RIVAS
Hace meses, en Iquitos, se dio por primera vez la alerta de la necesidad del oxígeno para enfrentar la Covid-19, luego se extendió a la selva central y de allí, hacia todo el país, principalmente a Lima, costándonos miles de vidas. Era previsible que en algún momento la falta de oxígeno llegaría a Tacna.
Las autoridades regionales tienen grave problema de prevención y una profunda incapacidad de adelantarse a resolver los problemas cruciales en el momento oportuno. Planean el día a día, lo inmediato, lo urgente, y dejan de lado lo más importante.
En lugar de hacer un hospital de campaña en 60 días, las autoridades se embarcaron a construir un hospital Covid-19, tres veces más caro que, luego de casi cinco meses, no puede iniciar operaciones porque carecen del equipamiento necesario para cumplir la función de atención de pacientes Covid. Pero lo más grave es que la capacidad de producción de oxígeno es ínfima para atender la cantidad de pacientes para los cuales el hospital ha sido proyectado.
Sin embargo, por el contrario, la primera autoridad regional se ha venido encargando de desinformar permanentemente, no solo a la población, sino también a las autoridades de salud del gobierno central, generando falsas expectativas en la contención del Covid-19, cuando las cifras de muerte en la realidad se han venido incrementando de manera exponencial.
Recientemente han muerto tres ancianos de la Aldea San Pedro a los cuales -según el gerente de la Beneficencia Pública- se les negó la recarga de sus balones de oxígeno. Es posible que este conducto, para solicitar el oxígeno, no haya sido el regular, pero si la población escucha a su gobernador anunciando la inauguración de una planta de oxígeno y luego, la donación de dos plantas por parte de las empresas mineras, ¿no tienen acaso el derecho de exigir un poco de oxígeno para salvar las vidas de sus familiares?
Pero la desinformación no quedó en Tacna, sino que también alcanzó ribetes nacionales cuando al Ministra de Salud declaró en los medios de comunicación que Tacna se ha organizado muy bien y que se ha logrado contener la pandemia por meses.
Nada más falso que lo señalado líneas arriba, lo cierto es que Tacna se está ahogando por falta de oxígeno y no existe ningún tipo de control de la pandemia. La capacidad de producción de la planta de Tacna es de 20 metros cúbicos, la donación de la planta de oxígeno de la empresa Minera Minsur es de 24 metros cúbicos y la donación de la planta de Southern no se sabe nada. Con esta dotación de oxígeno estamos muy lejos de la solución del problema.
Pero como nuestra costumbre no es quedarnos en la crítica, y en la medida que aún está pendiente el compromiso de Southern, sugerimos que la dotación de oxígeno sea suministrada por las plantas productoras de oxígeno de la fundición de Ilo, en la cantidad que estime la DIRESA-Tacna. Esta medida de urgencia durará solamente hasta que el GORE Tacna le dé una solución definitiva al abastecimiento de oxígeno para la lucha contra la Covid-19. Allí gobernador puede recién decir lo que usted quiera.
