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Remezón político inconstitucional

POR: NICOLÁS VALDEZ C

Que tal remezón político ha creado el Mandatario Martín Vizcarra, en el último mensaje el cual amparado en los art. 133 y 134 de la Constitución Política; plantea pedir cuestión de confianza de sus reformas constitucionales anunciadas el ultimo 28 de julio para ser llevadas a referéndum y si está no es canalizada acelerada y aprobada, podría disolver el congreso para convocar a nuevas elecciones parlamentarias, tal como lo hizo Alberto Fujimori en el autogolpe de 1992, luego de una fuerte crisis política gubernamental.

¿Es constitucional este pedido, está actuando correctamente el presidente? la respuesta es que hay mucho apresuramiento y ligereza; más allá que el discurso gusta mucho a la gente y de hecho en estos días le ha valido subir puntos en las encuestas; pero el mismo puede ser como un «bumerang», si luego que de un riguroso análisis se descubre que el mismo mandatario por desconocimiento, está infringiendo la ley de leyes el cual debe ser el primero en respetarla y peor aún que esta no traiga sustantivos resultados.

No creo que exista un solo congresista que no esté de acuerdo con algunas reformas, sobre todas las reformas del Poder Judicial agobiado en estas semanas por diferentes audios de la corrupción, además que el pueblo pide con urgencias todos los cambios posibles e incluso estas se resumen en «que se vayan todos»; pero ¿es necesario actuar necesariamente «para las tribunas»?

Cuando se tratan de reformas constitucionales se tiene que hacer mediante un estudio, debate minucioso que debe hacer no el ejecutivo, sino el legislativo siguiendo estrictamente el art. 206 de la Constitución Política; penosamente vivimos en democracia representativa y no directa; para este caso, «la voz del pueblo no siempre es la voz de Dios»; esa es nuestra realidad.

Pero vayamos por el principio, el presidente ha planteado el último 28 de julio que se lleve a referéndum 4 reformas: El tema de recomposición del CNM, la no reelección congresal, el retorno a la bicameralidad y el control del financiamiento de los partidos políticos.

El presidente en diferentes espacios sociales ha incidido en el tema del referéndum y últimamente amenaza cerrar el congreso si no acepta su iniciativa.

El Asunto es que la función del presidente termina solo dando la iniciativa; el procedimiento, los cambios, la aprobación, el referéndum lo determina el Congreso siguiendo estrictamente el art. 206, es decir mediante 2 legislaturas ordinarias sucesivas con votos superior a los 2 tercios es decir 87 de votos.

La segunda; mediante una legislatura, más mayoría absoluta, es decir 66 votos más el referéndum. En base a estos dos únicos casos, queda claro entonces que el que determina y aprueba las reformas es el Congreso de la República.

Cuando el Legislativo tenga en sus manos las iniciativas del presidente; tiene que analizarlas, debatirlas, hacer las correcciones pertinentes para finalmente aprobarlas o desaprobarlas, en este procedimiento el Congreso está sujeto a su independencia total y sin ninguna presión del otro poder así lo establece el art, 93: «Los congresistas representan a la nación y no están sujetos a mandato imperativo ni a interpelación».

El presidente violenta la Constitución, cuando en todo momento presiona, coacciona o fuerza que el congreso apruebe sus iniciativas; él debe entender que el Congreso es un poder autónomo que tiene sus propios procedimientos y debe actuar con total libertad y autonomía. Es constitucional si estas iniciativas no sean aprobadas, sean aprobadas por parte o mandarlas a referéndum para una consulta popular. El mismo art. 206 aclara que el presidente no puede observar lo que el Congreso ha determinado; es decir, el Congreso puede determinar algo que al presidente no le guste o desnaturalice su propuesta original.

En el momento de debatir las propuestas mandados por el presidente, se tiene que actuar estrictamente a la constitución entonces cuando se refiere a la no reelección de los congresistas, suena para las tribunas pero violenta el art. 2 de la Constitución, cuyo espíritu es que toda persona tiene derecho fundamental a ser igual frente a la ley y no puede ser discriminado bajo ninguna condición; en este punto el art. 32 establece que no puede someterse a referéndum la supresión o disminución de los derechos fundamentales de las personas; claro está que el pedido del presidente es un imposible constitucional.

Frente al panorama y lo dicho por el presidente, de convocar a una legislatura extraordinaria para este miércoles, esto contrapone a la norma, porque actualmente el congreso esta sesionando en legislatura ordinarias viendo justamente esos temas planteados por el mismo presidente.

El Congreso puede rechazar este pedido por considerarlo inconstitucional, puede no reconocer la segunda cuestión de confianza porque la primera fue hecha a otro presidente PPK, etc, etc; pero también puede aceptarlo, seguir el procedimiento y «aquí no pasó nada» no se cierra el congreso, pero no creo que aprueben algo que la constitución no les faculte, porque ahí serían denunciados por violentar la Carta Magna.

En la figura que el presidente avalándose en los art. 133 y 134, se le ocurra disolver el congreso luego que no es aceptada su cuestión de confianza, quedaría la comisión permanente mientras se convocará a nuevas elecciones en el lapso de 4 meses y siguiendo las normas del anterior congreso unicameral, pueden postular los mismos que hoy están en el parlamento; el nuevo Congreso incluso no pueden aceptar las reformas que hoy está planteando el presidente o no darle la cuestión de confianza al nuevo gabinete tal como lo establece el art. 135 de la Constitución.

Martín Vizcarra a pecado de politizar el tema, esto le ha costado demasiada concentración y tiempo y pareciera que se está olvidando de gobernar, solo se ha preocupado de subir su popularidad y para esto se ha servido del alto índice de desacreditación que tienen los congresistas.

Hay temas pendientes y estos hechos distraen demasiado, pero sobre todo divide al país, enfrenta a los poderes del estado y no se crea una paz y estabilidad social que es necesario para seguir creciendo.  Todos queremos reformas, en necesario, pero esta se debe dar correctamente, mediante los entes correspondientes y sobre todo no violentando la Constitución Política… es mi opinión.

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