POR: JESÚS LIENDO BELTRAMÉ
Southern Perú ha recibido la autorización del Ministerio de Energía y Minas para la construcción del proyecto de cobre Tía María, ubicado en la provincia de Islay, al haber culminado el proceso respectivo, cumpliendo los requisitos que las normas legales establecen y levantando las observaciones formuladas, lamentablemente no se encuentra aún el espacio adecuado para viabilizar una importante inversión minera en el sur del país.
Tía María constituye una importante oportunidad para el empleo formal, para mejorar la economía, para el desarrollo de toda la provincia de Islay, sin embargo, la intransigente postura de algunos pocos y la falta de liderazgo para aclarar las cosas, por parte de sus autoridades y del gobierno central, vienen impidiendo el progreso.
Vale la pena recordar un artículo periodístico relacionado al tema, del ex presidente ecuatoriano Rafael Correa, con simple y elemental lógica explicó a sus compatriotas, los alcances de la ilógica oposición a la minería. A decir del ex presidente Correa, con cuyo planteamiento comparto.
El razonamiento: primera premisa es toda mina contamina; segunda premisa es, supongo: estamos en contra de la contaminación. Conclusión: no a la minería.: Toda mina contamina (…). Sigamos el mismo razonamiento en otro caso: todo carro contamina ¿es verdad o es mentira? Entonces, primera premisa, todo carro contamina; segunda premisa, estamos en contra de la contaminación, en conclusión, eliminemos los carros.
Sin embargo, las autoridades correspondientes no dicen nada cuando amplían la autorización de circulación de los vehículos de servicio público con más de 15 años de fabricación, contraviniendo las normas emitidas por el Ministerio correspondiente.
Estos ejemplos demuestran el vil engaño que hasta ahora manejan con cuestionable “éxito” los dizques ambientalistas contra el proyecto Tía María.
En efecto, siguiendo la lógica expuesta por el ex Presidente Correa, los ambientalistas peruanos deberían como obligación de sus ¿puros pensamientos ambientalistas? combatir cuanta contaminación existe en nuestro sufrido país; la contaminación de millones de vehículos que transitan diariamente por el largo y ancho del Perú, la contaminación producida por las aguas servidas que se arrojan al mar, la contaminación sonora producida por la saturación vehicular en las vías urbanas, la contaminación producida por los botaderos de basura, la contaminación producida por la quema de llantas de los mismos ¿ambientalistas?, la contaminación producida por las miles de plantas industriales que no cuentan con sistemas de tratamiento de residuos orgánicos e inorgánicos y que son vertidos en el sistema de desagüe doméstico, etc.
Así podemos encontrar miles de fuentes de contaminación, sobre las cuales los “ambientalistas” opositores al proyecto de Tía María misteriosamente no dicen nada.
Eliminar toda fuente de contaminación ambiental parece ser el pensamiento ambientalista de los opositores a la inversión minera, eliminando con ello también, las grandes posibilidades de desarrollo y progreso para la zona de influencia; eliminar la circulación de los vehículos por las calles y carreteras, eliminar todas las industrias (por lo menos todas las químicas), no sacar la basura porque los botaderos contaminan, eliminar los sistemas de desagües en las ciudades y así tendremos un mundo ¿mejor?
No se trata de decir que la minería no contamina, sino que el mundo avanza y existen mecanismos y métodos para minimizar los efectos de la industria, incluida la minera, en el medioambiente. ¡En el Perú, la minería está contaminada, pero por los seudo ambientalistas! que han encontrado ese espacio, para utilizando a la población satisfacer sus apetitos personales y les sirva de trampolín para sus intereses ideológicos, ante la falta de propuestas de desarrollo. A los hechos me remito.