POR: NOLBERTO ARATA HURTADO
Hay actividades y profesiones que son muy importantes en el desarrollo de las empresas: presidentes, asesores, consejeros, financieros, gerentes de administración, contabilidad y más, jefes de departamentos y diversos puntos de gestión.
Para el desarrollo eficiente de todo cargo en las empresas, en cualquier lugar del mundo, hay una profesional muy significativa, vital e indispensable en el apoyo del buen logro de la gestión de todo jefe, la que pondrá en vitrina su imagen y eficiencia y hasta será la mejor publicista: ella es la secretaria.
Su formación incluye habilidades especiales en taquigrafía, mecanografía, redacción, ortografía, legislación general, contabilidad, documentación y archivo, programas de computación (Word y Excel), complementada con atención telefónica, organización de reuniones, llevar agenda, normas básicas de cortesía, etiqueta social, revisión de redes sociales, lectura de publicaciones y elaboración de resúmenes para facilitar la información y toma de decisiones, además de la precaución de seguridad en el manejo de correspondencia recibida o enviada, con la obligación de mantener la confidencialidad de estas y de toda su actividad y gestión.
El 26 de abril, en nuestro Perú, se ha celebrado el Día de la Secretaria, y expreso mi sincero homenaje a cada una de ellas que, durante mi vida laboral, capacité, primero, en la Academia Cosmos de Lima, de los moqueguanos Fernando y Rosa Dávila, y luego con IPAE, durante casi 20 años, brindando la especialización superior de secretarias, lo que me permitió viajar por muchos lugares del Perú.
En Pescaperú fui jefe del Departamento de Administración Documentaria y conté con Pilar, eficiente y muy capacitada secretaria, entregada a su labor con verdadera vocación. Constituyó un soporte muy importante para lograr con éxito los objetivos de gestión, que eran un permanente desafío dado que teníamos que proporcionar la documentación sustentadora que la Procuraduría General de la República alcanzaba en defensa de los juicios que presentaban los exdueños de las más de 80 empresas pesqueras.
En ENCI fui jefe del Almacén de Suministros con alcance a nivel nacional y tuve a Catalina, “Caty”, muy eficiente, quien era un verdadero muro que me apoyaba en detener las avalanchas de presión de los jefes que reclamaban “sus pedidos” procedentes de dependencias en la costa, sierra y selva, y fundamentalmente de la oficina principal; era ella quien lidiaba ante sus exigencias.
En el ICE (Instituto de Comercio Exterior) también jefaturé el Departamento de Administración Documentaria y conté con Ana como secretaria, también muy eficiente, quien me apoyó mucho con sus habilidades “diplomáticas” para resistir las presiones de la “élite” de las distintas personas que decían ser hijas o hermanas o familiares de un diputado, un senador, incluso del mismo presidente, o por la preponderancia de algunas oficinas en el organigrama del Instituto, como la Gerencia de Operaciones, que pretendían atención prioritaria.
Agradecimiento especial a Sonia, que fue mi gran apoyo en la publicación del libro «Archivo, organización y métodos», de mi autoría, documento fundamental en mi CV de presentación para lograr muchos trabajos en universidades, institutos de formación y empresas públicas y privadas.
Mi aprecio también a Maritza, secretaria de EsSalud, quien con su eficiencia facilitó y simplificó mucho mi trabajo en gestiones laborales y personales.
De todas ellas guardo los mejores y más valiosos recuerdos y, con sincera emoción, les dedico este poema:
Existe una dicción,
sencilla,
suave,
eficiente,
clara,
objetiva.
Una voz
comunicativa,
humana,
sincera,
comprensiva,
dulce,
asociativa.
Un término:
parte y todo,
punto y línea,
norte y sur,
alfa y omega,
lucha y triunfo,
inicio y fin.
La palabra:
SECRETARIA.
