POR: MG. GLORIA IVONY MAYNAS ESPÍRITU – ESPECIALISTA EN CONTRATACIONES DEL ESTADO – LICITACIONES (CELULAR 952956134)
Apostar por un negocio en este momento de crisis económica provocado por el virus es una decisión bastante difícil, sobre todo si se trata de invertir lo poco que nos queda de los ahorros; lo más probable es que la informalidad pase por nuestra cabeza, aún más si el Banco Central informa que la economía cayó hasta en 11% en el tercer trimestre del año que pone en desesperación a más de una familia, llevándonos a arriesgar lo poco que logramos ahorrar antes de la pandemia.
Al respecto, para muchos es una buena opción ser proveedor del estado y venderle de todo un poco y cuando digo vender de todo un poco me refiero a un negocio en el que sea rentable y de bajo presupuesto de inversión.
De acuerdo con el reporte publicado en el portal web del OSCE, en el Perú, el Estado maneja mayor presupuesto para compras públicas generando mayor oportunidad de negocio para los proveedores. Pero, no es como un cuento con final feliz.
Una vez que se decida venderle al Estado, gozará de los pormenores de cada acto a seguir en el procedimiento de contratación para lo cual será necesario tener mucha paciencia, perseverancia y sobre todo confianza en sus autoridades, funcionarios y servidores públicos, claro esto es complicado si la corrupción es latente en nuestro estado peruano; sin embargo, no hay peor lucha la que no se hace y, si vemos este momento de crisis como una oportunidad para empezar a emprender, necesitaremos contar con el Registro Nacional de Proveedores – RNP, no encontrarnos inhabilitado para contratar con el estado, no estar suspendidos, no tener impedimentos y sobre todo estar como contribuyente “activo” y con condición de contribuyente “habido”.
Más allá de animarnos a venderle al Estado, es necesario tener claro a que rubro enfocarse, toda vez que tenemos el rubro de bienes, servicios y obras y cuál es el presupuesto con el que contamos para iniciar el negocio. Esto es necesario ya que no se invertirá solo nuestro tiempo o nuestra dedicación sumados a nuestras aspiraciones o sueños sino también nuestros ahorros.
Es importante saber que, en este tiempo de Pandemia, las entidades públicas bajaron sus necesidades de requerir bienes, servicios y obras, siendo recomendable evaluar todas las posibilidades de riesgo ante un intento poco fiable la cual podría dejarnos en ruina y con deudas en el banco que no perdona nada. ¡Suerte!