POR: DRA. HILDA GUEVARA GÓMEZ (DIRECTORA DE LA ESCUELA DE POSGRADO DE LA UJCM) [EXPARLAMENTARIA DE LA REPÚBLICA]
La Universidad José Carlos Mariátegui desde su fundación (1989) y en los 30 años de vida académica se caracteriza por su fuerte compromiso social que está arraigado en su propia naturaleza – como es el nombre que lleva en honor al insigne Amauta José Carlos Mariátegui – y ello se demuestra con el perfil de los estudiantes que cada año ingresan a la universidad, propiciando que Moquegua y el sur del país cuente con profesionales competitivos al servicio de la sociedad.
El licenciamiento, son las condiciones mínimas y necesarias para que una institución pueda otorgar educación superior en diferentes carreras, de esta forma garantiza que el alumno tenga las condiciones necesarias para poder aprender y formarse en una profesión, esto es obligatorio para universidades e institutos. Lo que significa, contar con diseños curriculares adecuados, pertinentes a las necesidades sociales.
Las autoridades, docentes y administrativos se comprometieron con subsanar las observaciones que se realizaron en el Of. 310-2019-SUNEDU, se ha trabajado con un alto compromiso, en equipo y a conciencia, pensando en la universidad y en Moquegua.
Con el oficio 1451-2019-R-UJCM, se están presentando evidencias que garanticen la sostenibilidad financiera y el incremento de docentes ordinarios (nombrados) en un número de 16 entre el 2020 y el 2023 con el perfil de investigador – Renacyt (Registro de Investigadores), y docentes con grados académicos según la Ley 30220 para cubrir las direcciones de las carreras profesionales que no cuentan con docentes ordinarios. Sí, esto no se cumple, la SUNEDU y la comunidad de Moqueguana tendrá todo el derecho de observar.
Y, después de licenciar, ¿qué viene?
Tenemos la confianza de obtener el licenciamiento. Una vez logrado, la tarea inmediata es la capacitación de docentes y alumnos para la acreditación obligatoria de las carreras profesionales de la Facultad de Ciencias de la Salud (enfermería, obstetricia, odontología y psicología), así como las de Educación y Derecho en la Facultad de Ciencias Jurídicas Empresariales y Pedagógicas. Las demás carreras de manera voluntaria, también se estarán preparando para esta evaluación.
Las autoridades, docentes y administrativos vamos a seguir trabajando por la acreditación, porque con ello demostraremos que nuestros programas educativos son de excelencia y tendrán resultados más que positivos en la sociedad, además que los profesionales mariateguinos deben estar preparados para ejercer su profesión en cualquier país del mundo.
No queremos pensar en no licenciar, porque el impacto sería negativo para los estudiantes y sus familias, sin dejar de pensar en el futuro laboral de cerca de mil trabajadores con que cuenta la universidad. Sería muy frustrante tal situación para los alumnos, muchos de ellos no tienen las capacidades económicas necesarias para invertir nuevamente en otra universidad.
Tengo el conocimiento que el Ministerio de Educación estaría -según sus autoridades- resolviendo el tema de los miles de profesionales o estudiantes cuyas universidades han cerrado o están en proceso a través de tres mil becas (3000), para los más de 165 mil estudiantes o más que se están quedando fuera tras el cierre de las universidades no licenciadas. Como dice el Dr. Antero Flores-Araoz, “serían cerca de 200 mil NINIS, que ni estudian, ni trabajan”.
El problema de fondo para que se atienda la formación profesional en el Sistema Universitario son los costos. El último dato que he encontrado del INEI sobre el gasto público per cápita en educación en Perú es del 2016:
Creo que el gobierno debería evaluar el presupuesto que requerirá para atender la demanda de la formación de profesionales de las universidades que no están licenciando.
Observemos, con una operación sencilla de multiplicar 200 mil alumnos por 15 379 soles por año, necesitará de al menos 3 075 800 000 soles, para garantizar una formación de calidad. Recordemos que él calculo que realizó INEI es del 2015 cuando se encontraba en inicio la evaluación de las CBC en las universidades.
Concluyo, que la calidad eleva los costos, por lo que éste monto, no sería el ideal.
Con la experiencia que nos deja vigilar el cumplimiento de las CBC, hemos aprendido de su importancia y que todo programa de estudios debe garantizar las condiciones mínimas para una formación de profesionales competitivos y humanísticos.
Si bien existen opiniones encontradas respecto a la autonomía universitaria que le estaría restando la SUNEDU, también es cierto que las universidades no deben estar libres de la rendición de cuentas hacia la población, tanto las públicas que funcionan con los impuestos de todos los peruanos, como las privadas que se desarrollan con los ingresos de sus estudiantes.