POR: JURY BAYLÓN DELGADO           

Hace cuatro años conocí personalmente al maestro Carlos Manuel Cuba Núñez, quien fuera estudiante, docente y director del colegio Deán Valdivia de Mollendo. Conversamos sobre su trayectoria y su visión retrospectiva de dicho plantel donde dejó una huella imborrable en la comunidad educativa en general.

HACE CUATRO AÑOS

El encuentro fue en julio de 2016, en el marco de un nuevo aniversario de la Alma Mater de la educación de la provincia de Islay. Aquella entrevista la plasmamos en un especial reportaje que publicamos en el Diario Prensa Regional en el suplemento dominical “Rastros y Rostros de mi tierra” con el título “Cualquier tiempo pasado fue mejor”. Un homenaje en vida.

SENTIDO DECESO

Como sabemos, el maestro Carlos Cuba Núñez dejó de existir hace unos días en Mollendo y ello ha causado gran impacto emocional en la comunidad de la provincia, puesto que siempre se le ha reconocido el importante aporte y legado que ha dado a la educación y a otros campos del quehacer social.

UN PRIVILEGIO CONOCERLO

El honor que tuve en conocerlo fue una experiencia muy grata, me permitió viajar en el tiempo y ambientar cómo eran aquellos años en donde la educación impartida tenía como resultado, la formación de ejemplares ciudadanos.

ADMIRABLE

Una fría mañana de julio conversamos en su casa de la avenida Mariscal Castilla. Desde el primer contacto, pude notar una transparencia ejemplar de una persona muy atenta y correcta, algo que personalmente admiré del reconocido maestro mollendino que, saliendo de su tierra para hacer sus estudios en latitudes más lejanas, al retornar, plasmó lo mejor de su talento y preparación para transmitir a los estudiantes del Deán Valdivia especialmente, no solo conocimientos, sino también valores, esa palabra que ahora parece haber sido borrada de los diccionarios.

ESTUDIOS DE INGLÉS

Carlos Cuba Núñez, nació en Mollendo en agosto 1935. Tan solo a los dos años de edad se trasladó a Lima junto a su familia. Estudió en el colegio Americano hasta cuarto de secundaria, allí el idioma inglés le fue muy influyente, tanto que luego sería la materia de su vocación. Por motivos de familia retorna a Mollendo y termina su 5º de secundaria en el colegio Deán Valdivia. Sin embargo, luego regresa a Lima para seguir sus estudios de inglés en el Colegio de Profesores de Inglés del Perú. Con ello y antes de concluir su preparación, es destacado a Iquitos en donde por dos años cumplió funciones de profesor de aquel idioma extranjero. Al borde de la década del 60, pide su traslado a Mollendo, su tierra, para llevar adelante la labor docente en, no podía ser para menos, el colegio Deán Valdivia.

“La enseñanza del idioma inglés no se vino dando de la mejor forma, pues considero que tiene que ser de acuerdo a la realidad del estudiante, por ello aquí en Mollendo impartimos estos conocimientos en función al inglés portuario y comercial, por lo que en aquel tiempo había en la ciudad (…) los estudiantes de 4º y 5º eran los que sobre todo recibían este tipo de instrucción, los de años anteriores lo hacían con un método más elemental”

El maestro Carlos Cuba, tenía que emplear alguna metodología para que, a los deanvaldivianos de aquel entonces, les llegue a gustar el idioma y tomar su atención, por lo que aplicó una estrategia más conversacional. “Ésa fue la motivación que se daba a los estudiantes para que puedan tener una interactividad con el inglés, por ejemplo, con las conversaciones del ‘About myself’ (Acerca de mí mismo) que dio buenos resultados”

MÁS QUE UN DOCENTE

Fue luego profesor estable en el Deán Valdivia, jefe de curso, coordinador administrativo, y en 1980 director de dicho colegio. Además, fue docente en el María Auxiliadora y fundador del colegio San Francisco de Asís en la década del 60 al 70. Como director del Deán Valdivia, pudo gestionar entre otras cosas, implementar y equipar el laboratorio del colegio para las materias de física y química.

A modo de retrospectiva señala “He podido vivir entre las tres mejores décadas de enseñanza que tuvo el colegio Deán Valdivia, 60, 70 y 80. La formación en base a valores y principios iban de la mano con el conocimiento, había señores profesores. Porque si hay un buen profesor, habrá un buen alumno”

PROYECCIÓN EN EL CAMPO EDUCATIVO

Se retiró del magisterio en 1983 y se dedicó de lleno a su academia de idioma inglés “George Washington” que ya había fundado en los años sesenta. En tanto para 1991 se convierte en director de la Unidad de Servicios Educativos (USE) hoy conocida como UGEL Islay y fue titular de ese despacho por tres años. Allí logra llevar la educación hasta los rincones más recónditos de la provincia con materiales y logística, a Valle Arriba y sectores como El Carrizal, El Toro, en donde se pudo conseguir junto con las autoridades de ese tiempo, dotar de mobiliario y aulas a escuelitas alejadas.

OTROS ASPECTOS SOCIALES

Es importante indicar que en 1985 fue regidor del Concejo Municipal de Islay, en la gestión del alcalde Pastor Céspedes. Fue además presidente del Club de Leones en 1990. En ambos casos llevó mensajes de contenido social a diversos sectores de la población.

RETROSPECTIVA Y PERSPECTIVA

“A estas alturas de los avances tecnológicos, la educación ya no es como antes, pues no se dosifica el uso de las tecnologías, que son buenas, pero mal empleadas. Lamentablemente ahora se imparte más conocimiento que valores, por eso que el estudiante ya no es como antes. En aquella época del Deán Valdivia, recordamos mucho al regente Olivares, quien con solo una mirada ponía a todos en disciplina. La instrucción pre militar que se recibiría ayudaba a esa formación que hoy es carente. Es por eso que el rol de los padres es muy importante, porque los estudiantes de hoy necesitan que se profundicen los valores, la disciplina y los conocimientos. Cuesta decir que, en el Deán Valdivia de hoy, mucho tienen que ver los profesores y los directores, por la formación de sus estudiantes, a todo ello se agrega que los padres de familia también son responsables que esto esté pasando. Ya nada sorprende en estos tiempos”, comenta con preocupación el maestro Carlos Cuba Núñez.

UN PLACER

Nuestra charla fue extensa y muy enriquecedora, personalmente. Pocas veces he tenido el placer y honor de conversar con un maestro en todo el sentido de la palabra en Mollendo, por lo cual siempre le estaré agradecido por la diligencia de sus expresiones y la integridad de sus enseñanzas.

GRAN AMIGO DE MI PADRE

El maestro Carlos Cuba Núñez, fue docente y gran amigo de mi padre, Roger Baylón Valdivia quien recibió los conocimientos del idioma inglés no solo en el colegio Deán Valdivia, sino también en su instituto. Ese contexto de buena amistad permitió que mi padre sea igualmente, con el tiempo, docente de inglés, teniendo en el maestro Carlos Cuba Núñez, no solo a alguien que enseñaba una materia, sino a una persona muy creativa, ingeniosa y sobre todo disciplinada. Descanse en paz, maestro.