Este domingo se intervino y clausuró el local “Lobos” ubicado en la calle Ernesto de Olazábal que funcionaba de manera informal, sin licencia de funcionamiento ni permisos correspondientes, según las autoridades.
Lo mismo ocurrió en el negocio denominado “Mil Amores”, habiéndose incautado material de atención al cliente con la finalidad que no vuelvan a abrir clandestinamente.
En la intervención participó la subprefecta provincial de Islay, Betsy Delgado acompañada de personal de la PNP, fiscalización y serenazgo; además del alcalde local José Miguel Ramos Carrera, quienes manifestaron que estos operativos se realizan de acuerdo al Plan Estratégico para cautelar la seguridad del distrito.
“VENGANZA POLÍTICA”
De otro lado, Rafael Fernández, conductor del local “Lobos” dijo en un medio radial que esta sería una venganza política del alcalde Ramos Carrera, debido a que Fernández es un crítico comunicador social de la gestión edil. Sostuvo que actuará conforme a ley y que respecto a la licencia de funcionamiento mencionó que ésta ya la venía tramitando desde la quincena de febrero. (KM)