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¿Por qué el pescado en Mollendo es más caro que en Arequipa?

Por: Enrique Rivera Salas   

La verdad que es un caso de Ripley. Generalmente, casi nadie ha tratado el tema, pero gracias a Dios, que antes de hacerlo hemos tenido la oportunidad de conversar con profesionales, entre biólogos y personal que conoce bien el asunto, por eso es que nos permitimos exponer lo siguiente:

Algunos creen que es una cosa rara; no es así, el principal motivo es que desde el terminal pesquero a la hora que van llegando las diferentes embarcaciones, regularmente en las horas de la tarde; se acercan al desembarcadero donde son esperados por empresarios con vehículos llamados cámaras frigoríficas que junto a los dueños de las diferentes embarcaciones pesan el producto y de inmediato lo depositan en los referidos vehículos y los trasladan directamente a los mercados o terminales pesqueros de Arequipa (mercados Rio Seco, El Palomar) donde ingresan a diario más de 200 toneladas de productos hidrobiológicos.

Me olvidaba decirles, que el hecho de entregar directamente a los empresarios, estos les habilitan a los dueños de las diferentes embarcaciones en forma adelantada, combustible, víveres, y dinero para sus familiares. Otros empresarios en sus cámaras lo llevan a Lima.

No cumpliendo las autoridades pertinentes en obligar que dejen un porcentaje mínimo para el abastecimiento de la población.

Ahora, hablaremos que en nuestro mercado central San José de Mollendo, vendedoras de la sección Pescados tienen que viajar al terminal pesquero que está en Matarani desde horas de la tarde, luego que van llegando y desembarcan el pescado, lo adquieren de los llamados bodegueros y jaladores que es el personal que ayuda a desembarcar los productos que traen las diferentes embarcaciones pesqueras y que el dueño, en lugar de pagarles en dinero, les entrega una pequeña cantidad de pescado; estos son los que compran a precios módicos y las vendedoras tienen que pagar sus pasajes, amén de comprar hielo para llevarlos al mercado San José, donde también tienen que pagar la alcabala por ocupación de su mesa por parte de la Municipalidad Provincial de Islay.

Entonces en todo está la respuesta a la interrogante que iniciamos en esta nota; recordándonos lo que dijo Mario Moreno “Cantinflas”: “Ahí está el detalle”.

Y la pregunta que nos hacemos cuando el tiempo se pone bravo y no hay pesca, ¿cómo se sienten los vendedores de pescado? Ahí viene otro dicho: “unas son de cal y otras de arena”.

Con experiencia puedo decir lo siguiente porque en un año salí a la mar, por la mañana muy temprano y volvimos a las 6:30 de la tarde.

Los pescadores arriesgan su vida y comprometen su salud en las faenas de la extracción del pescado, ellos no son los responsables del encarecimiento del pescado, el elevado precio de tan vital alimento se debe a los intermediarios del pescado.

¿Esto es justo? ¿Quién cuida los intereses de las amas de casa? ¡Nadie ¡Así los mollendinos sobreviven a estas series de arbitrariedades que atentan contra la vida de un pueblo que sufre, además, una severa crisis económica!

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