En Asturias, España, se realizó II Congreso Internacional de Gastronomía, Mujeres y Medio Rural, en donde se reconoció a las picanterías de Arequipa como «Guardianas de la Tradición», al ser ejemplo de lucha por defender el legado culinario de sus territorios, evitando su destrucción por la globalización

Las peruanas, vestidas con trajes típicos de picanteras (sombrero de ala ancha, mandil de cuadros Vichy rojo y blanco, blusa blanca y falda burdeos), y las asturianas, con sus chaquetas de cocineras, expusieron los dos estilos diferentes de cocina tradicional de origen humilde, que defienden día a día con su trabajo y sus organizaciones.

Mónica Hidalgo, de La Nueva Palomino, dijo que sus negocios dieron independencia económica a mujeres que podían sacar así adelante a sus familias, por lo que «fueron repudiadas por la sociedad», algo que ha cambiado con el tiempo ya que muchas familias continúan con el legado de sus antepasadas sintiéndose más que orgullosas de mantener vivas las picanterías, sobrevivientes de guerras y revoluciones. (KM)