POR: IVÁN ARENAS
Ha surgido un tenso debate acerca del canon minero en Moquegua, a propósito del pedido de la gobernadora Gilia Gutiérrez de “adelantar” el canon para la región. No obstante, el debate necesario, hoy -desde los medios de comunicación- se hace importante hacer pedagogía sobre el canon minero, cómo se genera, cómo se distribuye y cuál es su impacto e importancia para el crecimiento y desarrollo de la región.
A pesar de todo lo que se diga en su contra, el Estado peruano grava a todo el sector de la minería moderna con una estructura tributaria bastante pesada en la que además de regalías o impuestos especiales, está el impuesto a la renta. Ojo con este detalle. Aquí, podemos tener una primera conclusión: la minería moderna peruana sí paga impuestos. La carga es incluso mayor que Chile o Australia.
Pero ¿cómo se genera el canon minero? Antes de responder la pregunta vale explicar un detalle: para que se genere el impuesto a renta (y por ende el canon minero) las empresas deben tener utilidades. Si una empresa, en este caso minera, no genera utilidades no hay impuesto a la renta y tampoco canon minero.
Hecha la precisión vamos a continuar la explicación. Efectuada la recaudación del Impuesto a la Renta, el Estado transfiere el 50% de los ingresos captados por dicho concepto a las zonas en donde se explotó el recurso minero. Este 50% es lo que se llama canon minero. Desde el 2003, con las reformas a la Ley del Canon Minero el porcentaje es de 50% siendo ante solo el 20%. ¿No pagan entonces las empresas mineras impuestos como dicen algunos sectores de la sociedad? En absoluto.
La distribución del canon es una metodología compleja hecha por el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF). No lo hace el Gobierno Regional, el presidente de la República o el Congreso. Se hace técnicamente por el MEF. Un ejemplo. Si se tiene S/100 millones de canon minero, la distribución sería así: S/10 millones para las municipalidades de los distritos cercana a la mina, S/25 millones para las municipalidades provinciales aledaña a la mina; S/40 millones para los municipios de la región; S/20 millones para el Gobierno Regional y S/5 millones para las universidades. Ahora bien, ¿depende de las empresas mineras la distribución de los recursos del canon minero? No. Quien diga eso simplemente miente.
La región Moquegua ha recibido desde el 2013 al 2022 la sorprendente cifra de S/2411 millones solamente en canon minero. No colocamos aquí las regalías ni el impuesto especial a la minería, solo el canon minero. Aquí habría que hacer otra precisión y va con respecto a lo que señala la gobernadora regional Gilia Gutiérrez sobre la proyección futura del canon minero de las operaciones mineras; además de otros analistas, economistas y columnistas. El detalle aquí es que todos ellos están “calculando” la proyección del pago del canon minero solo en función al volumen de producción, sin considerar las variables de costo de producción, gastos, depreciación, reinversión o la fluctuación de precios en el mercado mundial. Si dentro de sus “cálculos” económicos colocarían estas variables estamos seguros que el monto del canon minero que proyectan como ingresos para la región no sería el mismo del que ahora aseguran en diversos artículos, opiniones y comentarios, generando expectativas en la sociedad que a la postre serán contraproducentes con riesgos de conflictos sociales.
Ahora bien, ¿qué pudieron hacer las diversas autoridades con los S/2411 millones de canon minero? Te lo explico comparativamente: 17 Estadios Nacionales; 25 proyectos de Lomas de Ilo; 19 Hospitales Regionales de Moquegua; 66 Proyectos de Instalación de banda ancha para la conectividad integral digital; 100 proyectos de ampliación de la frontera agrícola.
Aunque la metodología de distribución del canon minero es inamovible, las transferencias pueden variar dependiendo de la recaudación. Todos los años no se transferirá la misma cantidad. Por ejemplo, en el 2022 Moquegua recibió S/574 millones, pero en el 2021 solo se le transfirió S/244 millones. ¿Por qué? Porque el precio del cobre no es siempre el mismo y está sujeto a la ley de la oferta y la demanda en el mundo.
Los recursos del canon minero no pueden servir para otra cosa que no sean proyectos de desarrollo en diversos sectores. Para poner nuevamente otro ejemplo. En el 2022, solo la provincia de Mariscal Nieto (incluidos todos sus distritos) recibió más de S/327 millones prevenientes solo del canon minero. No vamos a valorar aquí si gastó o no, solo revelar la importancia de la minería moderna.
Si Moquegua fuese un país sería más grande que Qatar, Hong Kong, Puerto Rico, Luxemburgo y casi como Israel. ¿Qué falta entonces? Falta la política. Hay presupuesto, hay cobre, hay canon minero, hay regalías. Es decir, hay el hardware; pero falta el software. Ya depende de los propios moqueguanos preguntarnos: ¿Qué hacemos con el canon minero?