POR: JESÚS LIENDO BELTRAMÉ
Las protestas al proyecto Tía María que implicaron bloqueos de carreteras y la vía férrea del tren en Arequipa, al margen de las causas justificadas o no, perjudican mucho más de lo que la población realmente entiende.
Al tener inoperativo o paralizado el Terminal Portuario de Matarani, se calcula que frenaron aproximadamente 400 millones de dólares en exportaciones de cobre de Las Bambas de la china MMG, Constancia de Hudbay, Cerro Verde de Freeport McMoRan y Antapaccay de Glencore.
Los buques con la carga de importación para Bolivia se tuvieron que desviar al puerto de Ilo, generando e incrementando el movimiento económico de la provincia de Ilo y beneficiando a todos los que participan en la cadena logística, podríamos decir bien por Ilo, pero todo no es color rosa.
Desde hace varios días se encuentra bloqueada la carreta Binacional en el sector de Tumilaca, incluso en el puente ha sido soldada una barra o viga de fierro para impedir el paso de los vehículos.
La columna es larga, hay cisternas bolivianas con carga de exportación consistente en aceite y alcohol, también están varados los camiones que viene a recoger la carga desviada justamente de Matarani y desembarcada en el puerto de Enapu.
Hay que tener mucho cuidado, que so pretexto de este bloqueo de la carretera, la carga de Bolivia que tanto esfuerzo ha costado conseguir, finalmente termine desviándose a los puertos del norte de Chile.
El Gobierno a través del Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) acaba de transferir los recursos presupuestales para iniciar los trabajos de mejoras en el Terminal Portuario. Se está haciendo costumbre el de oponerse por oponerse, el de fomentar un paro por parar, los dirigentes no siempre consiguen respaldo popular azuzando a la gente, debemos trabajar pensando en nuestra región y en el país.
¿Este bloqueo de la vía Binacional a quién beneficia? Será que sin querer queriendo estamos favoreciendo a los puertos vecinos, justamente cuando el puerto de Ilo a base de eficiencia y eficacia en su trabajo, viene posicionándose en esta estratégica zona geográfica.
Si bien protestar no es un delito, es considerado como un derecho, ejercer el derecho a la protesta estipulado en la Constitución se ha transformado en un verdadero “delito” en nuestra sociedad peruana.
Quienes bloquean las carreteras para exigir reclamos a las autoridades, pueden ser sancionados por el delito de extorsión.
Incurren en este delito quienes, con la violencia o amenaza, toman locales, obstaculizan vías de comunicación, impiden el libre tránsito o perturban el normal funcionamiento de servicios públicos, con el objeto de obtener de las autoridades beneficios o ventajas.
