POR: ENRIQUE LAZO FLORES
El 14 de agosto de este año lo habíamos anunciado en este mismo espacio, que la recesión tocaría las puertas y pese a ello, las autoridades no lo decían aun sabiendo, lo mantenían en silencio, no lo querían aceptar o, preferían seguir escondiendo la realidad al pueblo, pero finalmente el ministro de economía, un personaje duramente cuestionado por su flexibilidad e inoperancia lo aceptó y tuvo que decirlo púbicamente que el país está en plena recesión.
No solo aceptó que estamos en recesión sino, que es evidente que no tiene ningún plan para enfrentar la crisis, aun con la agravante que, encima de esta crisis, tenemos que enfrentar el fenómeno global, El Niño, que muestra su presencia en algunas regiones del país para la cual también se ha demostrado que no estamos preparados, porque no tenemos un programa que permita enfrentar la mitigación de esta crisis que nos pone la naturaleza.
De acuerdo a lo que han señalado los expertos, el impacto que va generar la crisis, o que ya está generando, será peor para el ciudadano de a pie, que no podrá sostener su situación económica por la falta de puestos de trabajo y de oportunidades laborales, ya que la recesión implica un aumento del desempleo por la falta de crecimiento de la economía y de otro lado, disminuye el consumo debido al aumento en las cifras de inflación y con ello, sube el precio de los productos de pan llevar y de servicios.
La situación para los que mantienen un puesto de trabajo fijo, también es alarmante, ya que ha perdido el poder adquisitivo de sus sueldos, por lo tanto, el esperado aumento de la remuneración mínima vital (RMV), es casi imposible por el momento de recesión que vive el país, como lo dijo el ministro de Trabajo, es imposible hablar de aumento de la remuneración en plena recesión.
En este escenario que se desenvuelve el país, con una falta de credibilidad y desconfianza en el poder ejecutivo y con un poder legislativo que se dedica más a blindar a congresistas que tienen un alto índice de denuncias por actos de corrupción, poner en peligro la democracia, es casi imposible generar inversión, por lo tanto, solo queda mirar al interior y ver qué es lo que tenemos, ya que para que haya inversión privada en un país, se necesita generar confianza y en el Peru ya lo perdimos.
Así como hemos perdido la confianza, para recuperarla pasará mucho tiempo, porque no es fácil convencer sobre todo a los inversionistas extranjeros como a los inversionistas nacionales que están abandonando el país, que su inversión tendrá estabilidad y tendrá posibilidades de crecer, para eso necesitamos estabilidad jurídica, política y económica y en el Peru también la estamos perdiendo.
Empero, es menester recurrir a lo que tenemos y como país enteramente rico en recursos naturales, tenemos que darle la prioridad a la minería, pues estamos convencidos que el papel que cumple en la reactivación económica es fundamental, es clave para impulsar la económica del Perú, a partir de ello creemos que está asegurado que será una fuente importante de generación de empleo, ya que por cada empleo directo en minería se generan ocho empleos adicionales en otras actividades. Es toda una cadena que no debemos dejar de insistir en poner en práctica.
La importancia de la minería en el país, se ha demostrado en momentos claves en regiones como Arequipa, Tacna, Moquegua, Apurímac y Cajamarca, donde en los años de pandemia, del año 2020, al 2022, la compañía minera Southern, trabajó de manera óptima, dando la oportunidad de que Perú se mantenga con el ingreso de divisas provenientes de la producción de cobre, oro, plata y molibdeno de las minas Cuajone y Toquepala, como lo reconoció el ingeniero Jorge Meza, director general de Operaciones de Southern Peru.
Asimismo, señaló que para el 2023 se tiene previsto invertir en los proyectos: Los Chancas que se encuentra en Estudio de Factibilidad, 59.5 millones de dólares, en Michiquillay también en Estudio de Factibilidad, 28.8 millones de dólares, en la Fundición de Ilo, en Estudio de factibilidad, 22.5 millones de dólares, Ampliación de Cuajone a 120 TKPD también en Estudio de Factibilidad, 3.5 millones de dólares y en Tía María, la nueva unidad minera y planta ESDE, con 1353 millones de dólares.
El proyecto Tía María, se encuentra paralizado pese a que cuenta con todos los permisos necesarios para su reactivación, está a la espera de la licencia social, pese a ello se sigue trabajando en las comunidades, los gobiernos locales, las universidades, entre otras instituciones para ver que esta camine de la mejor manera y que pronto se pueda autorizar el inicio de la construcción. La inversión en este proyecto es de 1400 millones de dólares,
En estos momentos, la presidencia del Consejo del Grupo México tiene ya autorizado tres proyectos principales, entre los que se encuentra Tía María. Michiquillay que son alrededor de 2400 millones de dólares y Los Chancas que son aproximadamente 2300 millones de dólares”, y antes de cerrar el año presentarán los proyectos de la nueva fundición en Ilo, una refinería y una planta de metales preciosos.
Es preciso que estos proyectos empiecen a caminar, el país está en recesión y el Fenómeno de El Niño Global, está acelerando su llegada, encendiendo las alarmas en el país, la única manera de sostener esta crisis que el ministro de economía minimiza, es precisamente echando andar la maquinaria de la producción minera, con la generación de más recursos, más puestos de trabajo, para combatir la pobreza y el hambre que amenaza al pueblo, ellos lo necesitan y el país también.