La anemia de cada día

POR: JORGE ACOSTA ZEVALLOS

ECONOMISTA DEL CEOP ILO

En el departamento de Moquegua se informa de manera continua la presencia ascendente de la anemia. Lo singular es que siendo uno de los espacios geográficos de elevados indicadores de competitividad en el país conviva con una de las enfermedades que tiene como una de sus causas la desnutrición en los niños. Esta contradicción hasta ahora no tiene explicación clara, pero qué duda cabe que deberá ser encarada como una prioridad política regional por el próximo gobierno regional.

Una definición sencilla en el google indica que “la anemia es una afección por la cual la cifra de hemoglobina está disminuida en los glóbulos rojos. Estos glóbulos son los que se encargan de suministrar el oxígeno a los tejidos. Esta hemoglobina es la proteína rica en hierro que le da a la sangre el color rojo y al mismo tiempo permite a los glóbulos rojos transportar el oxígeno de los pulmones al resto del cuerpo”. De otro lado se señala que esta enfermedad es una de las patologías más frecuentes del mundo por que ha sido considerada a lo largo del tiempo como uno de los mayores problemas de la salud pública, que afecta un porcentaje considerable de la población mundial, en todas las razas, religiones y condición socio-económica, siendo el grupo más vulnerable los niños, los gestantes, mujeres en edad fértil y adolescentes (Ateneo.unmsm.edu.pe).

La anemia a pesar del crecimiento económico ha proliferado por diversos lugares del país. En la Tesis de la UPLA sobre la incidencia de la anemia en menores de un año en el Hospital de Tarma en el 2016 ya se afirmaba que en el Perú la anemia es un problema de salud pública prioritario, con la alta prevalencia y con grupos profesionales expuestos a un mayor riesgo de padecerla perjudicando principalmente a los lactantes como la población de mayor riesgo, por el acelerado crecimiento en esta etapa y la dieta insuficiente y de baja biodisponibilidad de hierro. En el mismo estudio se agrega que según la última Encuesta Demográfica y de Salud (ENDES), que realizó el Instituto Nacional de Estadísticas e Informática (INEI), nos muestra que en el año 2015 se registró el 46,8% casos de anemia en niños menores de tres años, mientras que en el año 2013 fue un 46,4%, en el 2014 llego hasta el 48,8%. Dentro de las regiones del Perú, Puno presentó la más alta proporción (63,5%), seguido por Loreto (54,7%), Junín (51,6%), Madre de Dios (51,3%) y Huancavelica (49,0%). Los menores porcentajes se presentaron en Lambayeque (25,8%) e Ica (25,9%).

Moquegua no es ajeno a la tendencia y según Informe del CEPLAN el porcentaje de anemia total menores de 03 años en el año 2017 llego al 37.2% y en menores de 5 años en el 2016 era de 29.2% (Véase Tabla N°01). Los indicadores porcentuales de anemia total en niños menores de 03 años del de Moquegua solo tienen una distancia promedio de 07 puntos con respecto a los de la Organización Mundial de la Salud (OMS). La característica se acorta con los indicadores de anemia total en niños menores de 05 años a solo 03 puntos de distancia con los promedios de la OMS. Es decir, estamos ante una emergencia y debemos realizar la más alta performance política regional pública.

La anemia no es solo un problema de salud, está relacionada con la reducción del aprendizaje escolar, las capacidades para el trabajo, la variación de la mortalidad y morbilidad, asi como el futuro incierto de muchos pobladores y familias involucradas.

Según estudio de la PUCP sobre la anemia todo plan contra ella deberá comenzar por reducir la desnutrición crónica infantil comenzando por identificar a todos los niños con bajos nivele de hierro; cambio drástico de los malos hábitos nutritivos que sustituyen la quinua, la papa y el maíz por los productos chatarras, control acucioso permanente de la talla y el peso de los niños, campaña integral de salud agresiva y evaluación de los resultados para saber los logros y avances.

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