POR: DR. PHD JAVIER FLORES AROCUTIPA
Los datos muestran fluctuaciones en la prevalencia de anemia en Moquegua entre 2019 y 2024. En 2023, hubo una notable disminución en los niveles de anemia al 28.5%, pero este descenso no se mantuvo, ya que en 2024 la prevalencia subió considerablemente a 35.6%.
Entre los años 2019-2021 se observa una ligera disminución en la prevalencia de anemia, bajando de 33.9% en 2019 a 32.7% en 2021. En 2022, la prevalencia aumenta a 34.0%, revirtiendo la tendencia de los años anteriores. En 2023, se registra una reducción significativa a 28.5%, el valor más bajo del período analizado. En 2024, la prevalencia se incrementa abruptamente a 35.6%, el valor más alto registrado en los últimos seis años.
AUMENTO EN 2024
La eliminación o reducción de programas de salud pública y nutrición puede haber contribuido al aumento de los niveles de anemia. El deterioro en las condiciones económicas o cambios en la política alimentaria y sanitaria pueden haber afectado negativamente la prevalencia de anemia. Los datos sugieren que las intervenciones para reducir la anemia deben ser continuas y sostenibles para mantener sus efectos positivos. La reducción temporal en 2023, seguida de un aumento en 2024, indica la necesidad de programas permanentes.
La anemia en la infancia puede tener consecuencias duraderas en el desarrollo cognitivo y físico de los niños. Garantizar niveles bajos de anemia es crucial para el bienestar a largo plazo de la población infantil. Las políticas deben enfocarse en garantizar que todas las comunidades, especialmente las más vulnerables, tengan acceso a recursos adecuados para prevenir la anemia.
Los niveles de anemia en la región de Moquegua han mostrado variaciones significativas entre 2019 y 2024, con un preocupante aumento en 2024 tras una reducción notable en 2023. Estos datos subrayan la importancia de mantener y fortalecer las intervenciones de salud pública y nutrición de manera consistente.