POR: DRA. VANESSA ROMERO MEDINA
¿Cuál es la razón por la que las administraciones regionales y locales no incorporan la inteligencia artificial (IA) para incrementar su productividad? No se lee ningún proyecto que permita observa iniciativas en este campo tan nuevo e interesante a la vez que está revolucionando el mundo.
Iniciamos este comentario de la región de Moquegua dado que se ha dado un paso importante a nivel nacional que es la creación de la Comisión de Transformación Digital e Inteligencia Artificial. Este acontecimiento manifiesta el porvenir tecnológico donde el bienestar humano sea la prioridad en todas nuestras acciones, en un contexto global marcado por la fusión de avances tecnológicos y tensiones geopolíticas.
La inteligencia artificial no es una novedad, pero sí lo es el debate sobre su uso adecuado. Por ejemplo, el Informe de Riesgos Globales 2024 del Foro Económico Mundial nos invita a reflexionar sobre el avance de las tecnologías emergentes, poniendo especial énfasis en la IA. Resalta con insistencia los riesgos de un crecimiento tecnológico desmedido, haciendo hincapié en la importancia de una evolución equilibrada que priorice el interés público y no deje a las comunidades vulnerables atrás en la transición digital.
La integración profunda de la IA en decisiones complejas podría derivar en conflictos no deseados, y un acceso irrestricto a aplicaciones de IA podría fortalecer de manera desproporcionada a entidades con intenciones dañinas.
Los expertos en ciberseguridad sostienen esta visión. La investigación de Kaspersky acerca de la influencia de la IA en la ciberseguridad subraya la importancia del sector privado en establecer las normativas y prácticas pertinentes. La experiencia acumulada por actores no gubernamentales en el desarrollo y aplicación de la IA constituye un recurso valioso para los debates regulatorios tanto a nivel mundial como nacional.
Es imperativo recordar que, al igual que la integridad, la innovación —con un enfoque especial en la transformación digital y la IA— constituye un principio fundamental de nuestras políticas públicas propuestas. Como organización, buscamos no solo ser oídos, sino también escuchar activamente a todos los actores implicados.
En este contexto, la región Moquegua y los gobiernos subnacionales tiene la oportunidad de liderar en innovación, con un compromiso activo para garantizar que la adopción de la inteligencia artificial y otras tecnologías emergentes se lleven a cabo de forma ética y que redunde en beneficios para toda la comunidad.