POR: JULIO FARFÁN VALVERDE
El viernes 15 de diciembre, se llevó a cabo una visita a la parcela demostrativa del Proyecto Especial Regional Pasto Grande (PERPG) en el km 17, con el propósito de dar inicio a la denominada «Puesta en funcionamiento del Proyecto Lomas de Ilo». Sin embargo, es necesario cuestionar la veracidad de este acontecimiento.
En primer lugar, es fundamental identificar a los participantes de esta ceremonia. Los organizadores afirmaron que estuvieron presentes la gobernadora regional de Moquegua, Gilia Gutiérrez Ayala, y el gerente del PERPG, Javier Romero Luna, quienes encabezaron la delegación. Además, asistieron todos los consejeros regionales, técnicos del proyecto, un juez de Paz de la Pampa Inalámbrica, un representante de la empresa supervisora ATA, periodistas e invitados especiales.
No obstante, es notable la ausencia de aquellos que deberían haber estado presentes. Además, se constata que la prueba hidráulica no se llevó a cabo conforme a las exigencias del diseño del proyecto.
LOS TEMAS QUE SE PASAN POR ALTO
Informes previos de La Prensa Regional, publicados por el ingeniero Freddy Zeballos Núñez, ya habían advertido sobre las irregularidades que se han venido cometiendo para forzar el funcionamiento de la línea de conducción de agua a Lomas de Ilo. Esto, aparentemente, tendría el propósito de favorecer a la contratista Consorcio Obrainsa Astaldi, permitiéndole quedar exenta de responsabilidades frente a posibles defectos en la obra y pueda cobrar a partir de febrero de 2024, más de 27 millones de soles,
Se han pasado por alto dos aspectos críticos e ineludibles en este proceso que debió incluir la nueva recepción de la obra de las Lomas de Ilo: a) la participación de las personas involucradas en este proceso y b) la necesidad imperativa de probar la obra con un caudal de 900 l/s.
Respecto al primer punto, el viernes pasado se evidenció la ausencia de un Comité de Recepción de la obra, así como la falta de representantes debidamente acreditados de la contratista y del supervisor. La inexistencia de ambas partes implicaba la participación de un Notario Público para certificar los procedimientos y verificar la prueba hidráulica con la entrega de 900 l/s de agua de Pasto Grande a las Lomas de Ilo.
En cuanto al segundo punto, es necesario subrayar que la obra no fue probada con los 900 l/s, ya que solo se dejó pasar agua que estaba retenida por tramos en las tuberías. Este detalle es de suma importancia y fue observado por un equipo de Contraloría Moquegua, encabezado por la auditora ingeniera Kela Leonor Quintanilla Sosa y conformado por ingenieros y un abogado, que supervisó el proceso de «Puesta en Funcionamiento de las Lomas de Ilo».
FARSA AL DESCUBIERTO: SE ESTANCÓ AGUA PARA LAS PRUEBAS
El periodista Freddy Salas Narbona atinó hacer labor de seguimiento in situ del equipo de Contraloría, que permitió que la auditora Kela Quintanilla revelara algunos aspectos que intentaban pasar desapercibidos. Entre ellos, se confirmó que para la prueba del sistema hidráulico de las Lomas de Ilo se estancó el agua y que no había una fluidez permanente, aspecto fundamental para validar la funcionalidad de la obra.
Es importante recordar la farsa montada en diciembre de 2022 por el exgobernador Zenón Cuevas Pare, quien, en esa ocasión, burlándose de los ileños, anunció que el agua «ya llegó» a las Lomas. Ahora, nos enfrentamos no solo a un nuevo fiasco, sino también a posibles implicaciones legales, ya que las garantías de obra están por vencer y el contrato con Obrainsa Astaldi está próximo a su culminación. La gobernadora de Moquegua, Gilia Gutiérrez Ayala, y el gerente del PERPG, Javier Romero Luna, podrían estar incurriendo en acciones que acarrearían responsabilidades administrativas, penales y civiles, según su actuar del viernes.
La Contraloría ha señalado claramente que lo acontecido el viernes 15 de diciembre de 2023 no fue una prueba real de flujo continuo, sino más bien una prueba por estancamiento. Se recibió el reporte de que se cerró el flujo del agua en algunas válvulas, lo que generó un rebalse incontrolado en la cámara sostenedora N° 2.
La auditora Kela Quintanilla expresó: “Se ha estancado el agua… hemos recibido reportes de que se cerró el flujo del agua, por lo que realmente es una prueba de estancamiento. En la cámara sostenedora 2 ha habido todo un rebalse de agua, no han tenido el control sabiendo que debían haberlo controlado, pues estaba estancado”. Estos eventos podrían tener implicaciones serias para quienes estuvieron a cargo de la prueba hidráulica y levantan inquietudes y suspicacias sobre la gestión y supervisión de la obra.
NO SE HICIERON PRUEBAS CON LOS 900 L/S
Quintanilla enfatizó que no se realizó el recorrido del caudal de agua desde el punto cero, y manifestó su preocupación al indicar que, desde el momento de su verificación, no se observó la presencia de instrumentos de medición de caudal. También mencionó la solicitud de los protocolos de medición y la escala de medición en el canal Parshall, destacando la falta de estos elementos. Asimismo, señaló que en la cámara sostenedora N° 1 no se encontraron estos protocolos, y aunque debería sostener la presión, se observó una válvula abierta y una presión registrada como cero.
“No ha sido así… no ha sido así… desde la hora que hemos verificado, no ha sido así. La idea era que nosotros presenciemos los 900 l/s desde el inicio y no ha sido así… no hemos visto instrumentos de medición de caudal desde el inicio. Hemos pedido inclusive los protocolos de medición… la escala de medición en el canal Parshall, tampoco no lo hay… en la sostenedora 1 tampoco, igual y se ha encontrado válvula abierta, pero debería sostener la presión y se ha encontrado presión cero”, refirió la Contraloría.
Hay que recalcar que, durante la ceremonia del pasado viernes 15, se intentó pasar por alto la nueva recepción de la obra con el caudal de 900 l/s en Lomas de Ilo, conforme al diseño original de la obra y por el cual se ha pagado al Consorcio Obrainsa-Astaldi.
Era importante realizar una prueba real con los 900 l/s para identificar posibles defectos. La obra debió ser sometida a una prueba con el caudal previamente diseñado durante al menos 48 horas consecutivas, lo que implicaría cerrar y abrir el flujo varias veces para evaluar la capacidad del sistema para resistir los «golpes de ariete». Sin embargo, la prueba realizada el viernes no cumplió con estos estándares, limitándose a una evaluación con agua estancada en tuberías en lugar de un flujo constante, según ha adelantado la Contraloría, que estuvo presente en el lugar de los acontecimientos.
CONTRALORÍA: NO ES PUESTA EN FUNCIONAMIENTO
La auditora ingeniera Kela Leonor Quintanilla Sosa enfatizó que, aunque se registraron 850 l/s de caudal, el agua estaba estancada. Subrayó que una verdadera puesta en funcionamiento implica soltar el caudal y permitir que fluya de manera constante, algo que no se logró durante la prueba observada.
“Pasan 850 l/s de caudal, pero es un agua estancada, o sea, no es puesta en funcionamiento… el agua está fluyendo, pero es estancada. Una puesta en funcionamiento es cuando usted suelta el caudal y está constantemente discurriendo … así debería funcionar…” enfatizó la auditora ingeniera Kela Leonor Quintanilla Sosa.
“COBRAINSA”: AUTORIDADES JUGANDO PARA OBRAINSA ASTALDI
Desafortunadamente para los intereses de la región Moquegua no se ha generado una nueva Acta de Recepción de la obra Lomas de Ilo, por lo que, la validez de la Acta de Recepción del 6 de febrero de 2017 con un caudal de 10 l/s se mantiene. Esta es el acta que ha sido objeto de cuestionamiento por parte de la gobernadora Gilia Gutiérrez hacia el exgobernador Jamocho Rodríguez. Sin embargo, la actual administración regional, con el show teatral para “incautos” del viernes 15 de diciembre parece también inclinarse a favor del Consorcio Obrainsa Astaldi, pues de esta manera la contratista logrará desvincularse de futuras responsabilidades. Así, a partir del 5 de febrero de 2024, la contratista quedará eximida de cualquier compromiso por posibles defectos en las obras de Lomas de Ilo, esto generando un perjuicio económico a la región Moquegua.
En este escenario, el plazo de 7 años habrá expirado, permitiendo al Consorcio Obrainsa Astaldi reclamar los 27 millones de soles del fondo de garantía y los arbitrajes retenidos.
Cada uno lleva el agua en grandes caudales para su molino, pero las autoridades encargadas de proteger los intereses de Moquegua parecen dirigir las circunstancias de manera que favorezcan a Obrainsa Astaldi y los millonarios intereses en juego y sus grandes personajes responsables que permanecen en las sombras.
CONTRALORÍA SE COMPROMETE A EMITIR INFORME
En un plazo de una o dos semanas, la Contraloría tiene previsto hacer público un informe detallado que reflejará las observaciones realizadas durante la actividad promovida por el Gobierno Regional de Moquegua.
La auditora Kela Quintanilla subrayó la necesidad de contar con protocolos aprobados y calibraciones vigentes para llevar a cabo este tipo de procedimientos, por lo que solicitarán información detallada sobre el tema del caudal y la capacidad. Además, señaló la ausencia de instrumentos de medición de caudal de agua durante la actividad.
GORE NO QUISO FIRMAR ACTA
Un aspecto que resulta destacado es la renuencia de los representantes del Gobierno Regional para firmar un acta que documente la labor realizada en el lugar. La auditora Kela Leonor Quintanilla Sosa señaló este hecho y manifestó su disposición a levantar un acta con aquellos que estén dispuestos a firmar, a pesar de la aparente reticencia por parte de algunos funcionarios. “Vamos a levantar un acta con los que deseen… creo que ha habido una pequeña molestia de que no quieren firmar actas, pero lo haremos con quienes lo deseen”, dijo.