Por: Arnulfo Benavente Díaz
El concepto y definición de justicia social es un tema complejo que involucra diversos aspectos sociales, económicos y políticos. En realidad, el Perú ha experimentado avances significativos en términos de reducción de la pobreza y crecimiento económico en las últimas décadas, persisten todavía desafíos importantes en cuanto a la equidad, la inclusión y la distribución de recursos de manera justa en la sociedad.
Algunos de los desafíos que enfrenta el Perú en términos de justicia social incluyen la persistencia de la pobreza y la desigualdad, la falta de acceso equitativo a servicios básicos como salud y educación, la discriminación de grupos marginados, la informalidad laboral, la exclusión social y la corrupción.
A pesar de los esfuerzos realizados por el gobierno y la sociedad civil para abordar esta problemática, aún existen brechas significativas en la distribución de la riqueza y las oportunidades en el país. La falta de acceso a servicios de calidad, la concentración de la riqueza en manos de unos pocos, la fragilidad de ciertos grupos vulnerables y la falta de protección social adecuada son algunos de los factores que afectan la justicia social en Perú.
Es importante reconocer que la justicia social es un proceso continuo que requiere de políticas públicas inclusivas, participación ciudadana, transparencia, rendición de cuentas y un compromiso firme con la equidad y la dignidad de todas las personas. Lo ideal es promover la justicia social y abordar las desigualdades estructurales, garantizar el respeto de los derechos humanos, fomentar la inclusión de todos los sectores de la sociedad y trabajar hacia la construcción de un país más justo y equitativo para todos sus ciudadanos.
Pensamos que, si falta la distribución de la riqueza por la justicia social, puede surgir y desarrollar el odio y la violencia estructural.