El reflotamiento de la EPS Moquegua, logrado por el Otass con el Régimen de Apoyo Transitorio, marca un hito en la mejora del servicio. En el distrito aledaño de San Antonio y en los centros poblados cercanos de Chen Chen, San Francisco y Los Ángeles el agua potable brota de los caños a cualquier hora del día y de la noche.
En San Antonio, aún en el contexto de pandemia, los grandes ojos de la señora Sonia Gladys Ríos, moqueguana de nacimiento, dejan ver su sonrisa a pesar del barbijo. A sus 54 años, ya es historia su cansancio de largas caminatas cargando pesados baldes llenos con agua ajena. La época de escasez del líquido vital ahora es un mal recuerdo para ella y otros 70 mil pobladores de Mariscal Nieto. La EPS Moquegua, reflotada por el Organismo Técnico de la Administración de los Servicios de Saneamiento (Otass), a través del Régimen de Apoyo Transitorio (RAT), les brinda actualmente 24 horas de servicio continuo. Les garantiza vida.
“Antes solo teníamos 14 horas de agua por día. Muchas veces tuve que correr a buscar agua. Los quehaceres del hogar no esperan. El agua es muy necesaria para preparar los alimentos, asearnos, hacer la limpieza, lavar la ropa, beber. Nos puede faltar la luz, el Internet, pero qué sería de nosotros si no tuviéramos agua. Sin agua no se puede existir. Hoy ya la tenemos a toda hora. Ya no sufrimos por falta de agua”, dice Sonia, quien vive con su esposo, sus dos hijas y su pequeño nieto.
El servicio continuo es uno de los muchos logros de la buena gestión del Otass en la EPS Moquegua durante los 7 años en los que la empresa ha permanecido en el RAT. En ese marco, el Ministerio de Vivienda ya ratificó el acuerdo del Consejo Directivo del Otass, que declaró la conclusión de dicho régimen para la prestadora luego de que esta revirtiera la causal de insolvencia económica y financiera. Con ello, la empresa ha quedado expedita para retornar a la administración municipal.
SISTEMA AUTOMATIZADO
Sonia no es ingeniera, pero ha notado el cambio para bien en la solución de las emergencias por parte de la EPS, la primera prestadora de servicio de agua potable y alcantarillado que sale del RAT de las 19 que pasaron a ser administradas temporalmente por el Otass. “Ahora es raro que se produzcan roturas, pero cuando falla una tubería, la empresa acude rápido. En esos casos, el corte es por un par de horitas y solamente en el área cercana a los trabajos”, dice Sonia.
La atención oportuna obedece a la repotenciación del sistema de control, supervisión y adquisición de datos (Scada), ejecutada en el RAT. Con dicho sistema se maneja de manera automatizada las redes de distribución de agua potable, así como los cortes por sectores debido a la ocurrencia de emergencias.
SENSIBILIDAD Y PAGO JUSTO
Luego de casi tres décadas al lado de pacientes, la técnica en enfermería Reina Ríos Cutipa, de 69 años y también vecina de San Antonio, sabe mejor que nadie el real valor del agua y la importancia del lavado de manos. “El agua es vida. El agua es salud. Es todo”, subraya Reina, quien ha transmitido a su hija Yvett su sensibilidad por el tema sanitario y hoy experimenta una simple felicidad que por años le fue esquiva: regar sus plantas al caer la tarde.
Durante años juntaron el recurso en cilindros y hoy, en casa, ambas se esmeran para que no se desperdicie. Yvett, adulta con habilidades diferentes, retorna cada cierto tiempo a la lectura de las historietas “El ciclo del agua” y “Benito el medidor”, con los que Otass concientiza sobre el buen uso de los servicios de agua potable y alcantarillado.
Con la gestión del Otass, la EPS Moquegua ha incrementado su nivel de micro medición a 95.6%. Años atrás tenía tarifas fijas. Ahora tener medidor en casa es sinónimo de pago justo para los usuarios. “Contar con medidor nos ayuda a autocontrolar el consumo de agua. Si usas agua por gusto, pagarás más. Yo pago lo justo”, afirma Reina.
Víctor Arpasi Flores es adulto mayor y vive solo en la ciudad de Moquegua. Cuando no tenía medidor su pago por agua llegó a los 27 soles. Hoy la lectura de su medidor favorece su economía. “Ahora pago entre 4.5 y 6 soles en promedio”, dice Víctor, muy contento.
Agua por siempre. Ese es el sentir general hoy en la capital de Moquegua.