POR: MELISSA BARRENECHEA
A días de cumplirse el primer año del Gobierno de Martín Vizcarra, analistas políticos opinan sobre su gestión y lo que se espera en esta segunda etapa con el nuevo gabinete que lidera Salvador del Solar.
CARLOS MELÉNDEZ, POLITÓLOGO
- ¿Cuál es su balance del primer año de Martín Vizcarra?
Un Gobierno sin partido, sin bancada, sin coalición política. Vizcarra ha encontrado en la popularidad presidencial su único capital político. No ha podido armar una maquinaria política propia, tampoco le interesa tener una organización política propia. Ha encontrado en el antifujimorismo, en sintonizar con el antifujimorismo, cierto respaldo ante la ciudadanía. Por ese lado ha logrado su éxito, es decir, lo que pintaba como un gobierno débil terminó siendo un gobierno fuerte precisamente porque se apoya en la popularidad presidencial.
- En su primer año el presidente Vizcarra posicionó la agenda anticorrupción, pero todo indica -según las encuestas- que este tema se va agotando.
Lo que sucede fue más discursivo que práctica. En la práctica y realidad no hay medidas anticorrupción sustantivas. La creación de la Junta Nacional de Justicia es una modificación institucional interesante, necesaria y útil, pero no hay un zar anticorrupción en el Perú. El gobierno tiene discurso anticorrupción, pero en la práctica no hay medidas concretas sobre el tema.
- ¿Con un gabinete ya renovado qué se espera de este segundo año del presidente Vizcarra?
Se espera lo mismo en términos de aprobación presidencial. El cambio de gabinete lo que busca principalmente es reposicionarse ante la opinión pública y doblar este bajón que ha tenido en los últimos meses. Para Vizcarra, la aprobación presidencial es lo único que le da poder político en el país.
- Entonces cree que el presidente no va a poder impulsar reformas que pueden ser consideradas impopulares para evitar caer en las encuestas.
No va a poder hacer grandes reformas que vayan contra el populismo que él practica en su comunicación con la ciudadanía. Por otro lado, tampoco tiene un equipo, un entorno técnico probo. Su entorno es más gente de confianza, pero que profesionalmente es un entorno mediano, medio. No hay ninguna figura que sobresalga técnicamente. No hemos visto grandes logros concretos en materia de política social, reconstrucción, de lucha contra inseguridad. Los réditos en la política social son bastante mediocres porque el gobierno privilegia los cuadros de confianza antes que cuadros de probidad profesional.
- También se ha dicho que el presidente ha buscado cambiar a los ministros para que comuniquen mejor sus políticas
Si tú ves las cifras, nunca hemos tenido tanta volatilidad en los ministerios como en últimos años. Con Pedro Pablo Kuczynski y Vizcarra, el cargo ministerial se ha vuelto volátil. Con tanto cambio de ministro no se puede hacer gran cosa en término de políticas concretas. No es un problema de comunicación, es un problema de falta de cumplimiento con indicadores sociales y económicos. El Gobierno está más obsesionado por las cifras de popularidad que por cifras económicas y sociales.
GIOVANNA PEÑAFLOR, PRESIDENTA DE IMASEN E INVESTIGADORA DE MERCADO
- ¿Cómo cree que le ha ido al presidente en su primer año de gestión?
Este fue un gobierno que empezó sin ningún tipo de respaldo popular, sin haber salido de las urnas y en medio de crisis política. Uno diría que ha sido [un año] exitoso en términos de encontrar un vínculo con la población y de tener niveles de aprobación importantes, a pesar de la crisis política que vive el país. En términos de solucionar los problemas de fondo y atender las necesidades de la gente, creo que la evaluación es menos positiva.
- ¿Cuál fue el hecho que marcó un antes y después en el primer año?
Su decisión de romper con Keiko Fujimori. Es obvio que hubo una alianza inicial que finalmente el presidente decide romper y adoptar una actitud que debió haber tenido también el exmandatario Pedro Pablo Kuczynski. Creo que ese fue el elemento más importante o del que se desprendieron las otras situaciones que más adelante se vieron.
- ¿Cómo cree que la va a ir en este segundo año teniendo ya un gabinete renovado?
El pronóstico es reservado. La gente ya se va cansando de solo la agenda anticorrupción. En ningún país la agenda anticorrupción sirve de sostén en el largo plazo. Si este gabinete logra una percepción positiva, va a depender de su capacidad de resolver los problemas concretos de la gente.
- Se habla mucho de que el cambio responde a la necesidad y exigencia de que los ministros comuniquen mejor
Cualquier gobierno hace cosas, el problema no es hacer cosas. El problema es hacer las cosas que la gente demanda y ser lo suficientemente eficiente. No creo que los problemas del Gobierno sean de comunicación, sino de gestión. Por ejemplo, ya pasó un año, ¿qué se ha hecho en el tema de la reconstrucción del norte? Hemos tenido los mismos problemas en el sur y los mismos problemas de preparación. Ni reformas ni transformaciones de fondo. Realmente vemos que el país es el mismo de siempre.
JEFFREY RADZINSKY, ANALISTA POLÍTICO Y MÁSTER EN GOBERNABILIDAD Y GESTIÓN PÚBLICA
- ¿Cuál cree que fue el hito político que marcó el primer año del presidente Vizcarra?
Su hito fue su mensaje de 28 de julio cuando propone una serie de reformas políticas y enarbola la bandera de la anticorrupción. Recordemos que poco antes había estallado el escándalo de los ‘Cuellos Blancos’ […] y pone en la agenda pública el debate de los siguientes meses. Es el gran hito que debemos destacar, más allá de las coincidencias o discrepancias con las propuestas que se dieron. […] En relación con su gabinete ministerial, ha habido una gran brecha entre la aceptación ciudadana a la gestión del presidente Vizcarra, versus la de los ministros. Ningún ministro ha tenido más aprobación que desaprobación.
- ¿Cree que con este gabinete renovado el presidente Martín Vizcarra ya no tendrá una figura predominante como la tuvo todo su primer año de gestión?
Notábamos el tremendo perfil bajo de la gran mayoría de ministros que no eran conocidos ni siquiera en el ámbito de sus sectores. Eso debe cambiar, la comunicación política tiene que ser un correlato de gestión. El ministro Salvador del Solar va a tener que fortalecer el liderazgo de algunos ministros y poder de alguna manera aconsejar al presidente y que no sea una figura única. El presidente no puede verse tan solo en la gestión de gobierno. Sus ministros tienen que tener un peso más preponderante.
3 ¿El presidente debe posicionar otra agenda que no sea solo la lucha anticorrupción para este segundo año?
La gran agenda ha sido el tema anticorrupción y eso tiene que seguir, pero no puede ser lo único. Entonces tiene que haber objetivos a corto y mediano plazo, medibles en algunos sectores que priorice el Ejecutivo. Eso todavía está pendiente. También es importante en este segundo año, donde hay nuevos alcaldes y gobernadores, la relación entre el Gobierno nacional con los gobiernos subnacionales. Ahí hay una tarea pendiente y se requieren operadores políticos, que no se han visto o se han visto muy poco el primer año. Es otro de los grandes retos del segundo año del presidente Martín Vizcarra.
- ¿Considera que con Salvador del Solar se van a poder sacar adelante reformas, como la laboral, que no son tan populares?
Yo espero que sí. Ahí una paradoja a destacar. En los primeros dos años de este Parlamento, Fuerza Popular tuvo mayoría absoluta y no impulsa ninguna reforma. Eventualmente las reformas que promueva el Ejecutivo van a pasar, necesariamente, por el Congreso. Hay un asunto que está avanzando, quizá no con la velocidad que debería, y es este Plan de Competitividad. Este plan va a requerir una serie de reformas sustanciales si realmente se quiere llevar a cabo. La otra reforma es la política. Ahí yo veo dos reformas importantes, la de competitividad y la política, que son dos grandes banderas para trabajar a lo largo del año. (Fuente: RPP)