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El factor Antauro y las elecciones 2022

El factor Antauro tendrá posibilidades sólo si la derecha obtusa y los medios de comunicación concentrados lo levantan y lo colocan en agenda…

POR: JULIO FAILOC RIVAS   

La crisis política ha dejado de ser un asunto de coyuntura para convertirse en algo estructural, en la que todos aportan para que se mantenga tal cual, sin mayores salidas con una tendencia a su profundización. En este contexto –en menos de un mes– se llevarán a cabo las elecciones regionales y municipales la misma que amenaza con descentralizar la crisis política hasta alcanzar dimensiones impensadas.

Son conocidos los factores que nos han llevado a esta crisis política porque la hemos tratado de manera extensa y detallada en esta columna, sin embargo, la responsabilidad no solo no es asumida por quienes la provocan, sino que, por el contrario, estos dos poderes del estado han llegado a un pacto implícito de sobrevivencia, a pesar del rechazo de más de los dos tercios de la población. ¡Cuanto más durará esta descomposición política nauseabunda!

El gran problema es que cualquier salida a la crisis política tiene que pasar por el Congreso, una institución cada día más desprestigiada por sus integrantes y que, según las encuestas, apenas alcanza un nivel de aprobación del 8%.

Si bien el nivel de aprobación del presidente Castillo ha subido 10% con respecto al mes de junio, tres veces y media más que el Congreso, ésta tiene que ver más con los errores de la oposición y de la prensa concentrada, quienes torpemente con sus campañas terminan victimizando a Pedro Castillo.  La prensa concentrada y sus aliados han mentido tanto que cuando empiezan a decir la verdad ya nadie les cree, generando rebote contrario a lo que ellos esperan.

A esta crisis se ha sumado la liberación de Antauro, atribuida al gobierno, dizque para que movilice a las masas en defensa del gobierno popular, lo cual ha sido desmentida por especialistas en derecho penal, que no son nada afines al presidente Castillo.

Contra lo que piensa la oposición, la liberación de Antauro Humala no favorece para nada a la estabilidad del gobierno, por el contrario, lo vuelve más precario y ante la posibilidad de una prueba contundente que incrimine directamente al presidente, lo más probable es que Castillo pierda el apoyo de la bancada de Perú Libre. No es para nada casual la invitación de Cerrón para que se incorpore a su organización, como tampoco sus declaraciones de que prefiere una alianza con Fuerza Popular que con los llamados “caviares”.  El ingenuo de Cerrón cree que tiene en Antauro un candidato de recambio razón por la cual no debería sorprendernos, de darse las condiciones, sumarse a una intentona de vacancia o de la destitución del presidente. Nadie sabe para quien trabaja.

El factor Antauro tendrá posibilidades sólo si la derecha obtusa y los medios de comunicación concentrados lo levantan y lo colocan en agenda, como suelen hacerlo con los candidatos que no les gusta. Humala tiene a su favor – además de lo señalado—la fragmentación electoral y la presencia de la familia Fujimori que polariza las elecciones.

En este contexto que se darán las elecciones regionales y municipales. Un contexto de crisis política, de crecimiento de la frustración y de la desconfianza generalizada, la misma que se expresará inexorablemente en las urnas y en el ausentismo electoral.

Si tomamos como referencia las últimas elecciones regionales y municipales, lo más probable es que el voto nulo/blanco y el ausentismo electoral aumentará, y junto con ello, la dispersión del voto prevalecerá, favoreciendo la elección de candidatos con muy bajo porcentaje, repitiéndose los casos de Arequipa, Tacna, Moquegua, Cuzco y Apurímac, dónde se eligieron candidatos a la alcaldía de las capitales con 11, 13, 15, 17 y 19% respectivamente, afectando muy seriamente la crisis política y la gobernabilidad en estas regiones.

Guerra avisada no mata gente.

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