POR: MIGUEL RODRÍGUEZ CÉSPEDES
La confianza institucional en Moquegua (INEI, IV Trimestre 2024) refleja una grave crisis de legitimidad en las instituciones encargadas de administrar justicia, fiscalizar al Estado y garantizar el orden público en Moquegua. Se detallan los niveles de desconfianza (Nada + Poco) por institución: del Poder Judicial desconfía el 80.1%; de la Defensoría del Pueblo, el 72.3%; del Ministerio Público (Fiscalía), el 73.2%; de la Contraloría General de la República, el 76.5%; y de la Policía Nacional del Perú, el 82.0%. Así, el promedio general de desconfianza de las cinco instituciones es del 76.8%.
Por otro lado, si hay confianza suficiente, esta apenas alcanza un promedio del 11.4%, y la confianza bastante es casi inexistente, con promedios alrededor del 1%.
Se evidencia también un preocupante nivel de desconocimiento ciudadano, especialmente hacia instituciones como la Contraloría (14.7%) y la Defensoría del Pueblo (13.4%), lo que podría indicar déficits en presencia territorial, comunicación o educación cívica.
La encuesta del INEI revela que, en Moquegua, la población no confía en las instituciones que deben proteger sus derechos, impartir justicia, luchar contra la corrupción o garantizar la seguridad ciudadana. Más de 3 de cada 4 personas desconfían activamente de todas las entidades analizadas.
¿Y a qué se debe? Podría ser a la percepción de corrupción e impunidad en los operadores de justicia; ineficiencia o demora en la resolución de casos judiciales o fiscales; inacción o debilidad institucional frente a denuncias ciudadanas; falta de presencia real o resolutiva de entes como la Defensoría o la Contraloría.
La consecuencia directa es un deterioro de la democracia, ya que la justicia pierde valor como mecanismo de equilibrio social, y los ciudadanos se sienten desprotegidos, frustrados o indiferentes ante los canales formales del Estado. Y este es caldo de cultivo para los zurdos que deterioran la economía, la justicia y la democracia de cualquier país.