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¿Debate académico o charlatanismo político?

POR: CÉSAR CARO JIMÉNEZ     

Esta última semana, el Jurado Nacional de Elecciones “organizó” una vez más, –al igual que lo hizo a nivel nacional y en otras regiones–, una caricatura de lo que antaño eran verdaderos debates políticos donde se podrán apreciar las calidades personales, profesionales e información de los aspirantes a cargos públicos rentados, hecho que hoy no ocurre dado que la estructura o formato de los mismos es un desfile de desatinadas apreciaciones más ligadas a la farándula y a veces a shows cómicos, a tal punto que mejor sería hacer desfilar a los postulantes, a falta de ideas por una pasarela que les permitiera exhibir sus encantos extracadémicos.

Porque tal como en la actualidad se hace, fácilmente se pueden comparar los mismos con evento donde se presentan artículos comerciales como pasta de dientes, detergentes, gaseosas etcétera, a los cuales  pueden o no presentarse uno u otro candidato,  cuando lo correcto a mi modesto entender sería observar a los postulantes acompañados de sus equipos técnicos presentar sus planes de trabajo, detallando los datos técnicos, tiempos, costos y rentabilidad social, para escrutinio, análisis y observaciones de la otra parte, a la cual se agregaría delegaciones de los colegios profesionales que podrían ayudar a discernir al ciudadano común y corriente cuánto hay de real o con sustento y no como sucede ahora, que nos ilusionan con humo y más huma desde hace décadas. Y ojo, también deberían estar en el escenario las grandes empresas privadas, que deberían hacer conocer su visión y proyectos corporativos y cómo piensan afrontar la responsabilidad social insertos en los mismos.

Pero de lo que no se preocupan en la actualidad los candidatos, como tampoco los privados, como el pueblo mismo, que lamentablemente parecieran por sus actitudes y relajamiento moral un ejército de zombis, que año tras año, proceso electoral tras proceso electoral solo atinan a quejarse en voz baja… no sé si por falta de información, miedo o relajamiento moral.

Y me temo, que en lugar de votar por una alternativa democrática y revolucionaria como es el voto viciado, optarán por ser cómplices una vez más y seguir la ruta que nos está conduciendo al descalabro social, económico y sobre todo moral, cuando está en nosotros el viciar nuestro voto y hacernos dignos herederos del ejemplo de Gonzáles Prada y Jorge Basadre, que a su vez se nutrieron del ejemplo  del Mariscal Domingo Nieto, José Carlos Mariátegui, Mercedes Cabello Carbonera, Mariano Lino Urquieta y otros tantos héroes de la independencia que hicieron de nuestra Región un modelo histórico digno de imitar. ¡Seamos valientes y no comparsas y cómplices de la corrupción! Estemos alertas y no dejemos engañar por ciertos personajes que muchas veces nos engañan en su actuar disfrazando lo que verdaderamente son.

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