POR: ENRIQUE LAZO FLORES
Hay momentos en la vida que, para escribir una historia debe haber algún argumento, alguna motivación que inspire hacerlo, y al momento de hacerlo, esa inspiración se convierte en un libreto a seguir, pero cuando esa inspiración tiene “algo” que sale del instinto de hacerlo, el libreto a seguir se convierte en un sentimiento, en ese instinto de escribir siguiendo la ruta de querer decir algo y ese algo va apareciendo en el camino.
Ese “algo” que, en este momento en que escribo estas líneas, se convierte en el propósito de decir no sé qué, y ese algo nos impulsa a seguir adelante con ese propósito, así como él mismo lo haría y así lo hizo, me refiero al “che zambito”, a Julio Cesar Farfán Valverde, un amigo disfrazado de hermano, o un hermano disfrazado de amigo, total, para el caso da lo mismo, pero es el argumento especial de esta motivación que nos da la vida para dirigirle unas líneas, por llegar a la meta de sus ambiciones personales. “Finalmente después de duro batallar, lograste recibir tu título de abogado, oleado y sacramentado, una profesión que da con tu manera de ser y tu carácter de terco proceder”.
Digo esto porque se trata de quien en esta vida ha sabido demostrar que para seguir adelante no es necesario tenerlo todo, dinero, comodidades, sino, de tener la firme convicción de querer hacerlo y con esa manía de ser terco, al extremo de hacer “sudar al hígado” con la clara manera de ver las cosas, cual “pitoniso” se enfrascaba a seguir la ruta, sin importarle ver que la vida se le escapaba en veces, pero “el hombre allí” como lo hacía “rocky marciano”, destrozado, magullado por los golpes y sin visión física, se resistía a caer vencido.
Esta historia tiene muchos argumentos, motivaciones e ideas, uno en especial, que salió del “che zambito II”, Rogger Baylón Delgado, con quien compartimos capítulos de nuestra rutina, episodios de nuestra vivencia y aventuras de trabajo, que nos ha ido uniendo en el día a día del diario quehacer periodístico, argumentos suficientes para escribir estas líneas que para hacer el libreto principal, tenemos la motivación del “che zambito III”, Julio Farfán, que sí, claro que sí, claro que llegaste, seguro que ni tú mismo estabas seguro que llegarías, pero si lo sabias, desde aquel día que te caíste de la escalera, que irónica es la vida che zambito, tú, que seguramente habrás caído muchas veces en tu vida, pensarías que esa tarde sería una más, en esos momentos, los que te queremos, pensamos lo peor, pero qué va, para ti, esa era una caída más, una de tantas que habrás experimentado, y de todas te levantaste, no importa cómo, pero ya estabas de pie, caminando con paso de ministro terco, buscando la salida, hasta que lo lograste.
Hoy, al verte feliz de tu logro, a nosotros, – Rogger y Yo -, nos queda decirte, ¡Felicitaciones “che zambito” !, lo lograste y gózalo, allá está desde el firmamento la fuerza de tu señora madre, ella estará feliz de verte alegre y de tu padre que está a tu lado, el principal motivo para llegar a la cima. Ahora a seguir adelante sin mirar atrás, aunque sabemos que lo harás solo para ver, lo lejos que has llegado, tu vida irá siempre adelante zambito, es una ruta que nos señalas, y nos dices que por muy alta que sea la montaña, siempre hay un camino hacia la cima. HELF y PRBD.
