La catedral de Notre Dame de París, símbolo de la cultura europea, sufrió este lunes un gravísimo incendio que derribó su aguja y parte del techo.
Al cierre de esta edición, los bomberos han informado al filo de las once de la noche —hora de la capital francesa— que la estructura de Notre Dame «está a salvo y preservada en su conjunto». Una información que tranquiliza a todo el país, ya que tanto los bomberos como el Gobierno llegaron a dudar de que el edificio se pudiera salvar.
A pie de la catedral, el presidente Emmanuel Macron ha prometido su reconstrucción y ha anunciado una colecta de fondos.
Al menos un bombero está herido grave como consecuencia del incendio, que se declaró cerca de las siete de la tarde. Rápidamente, una columna de humo gigantesca se hizo visible a varios kilómetros y al caer la noche las llamas iluminaban la Île de la Cité, donde se ubica la catedral y donde viven un millar de personas, que han sido desalojadas.
Según los bomberos, el fuego está «potencialmente vinculado» a las obras de renovación del edificio. La zona está acordonada por la policía, que desalojó rápidamente a los numerosos turistas que se encontraban dentro del edificio, el más visitado de Europa.
Notre Dame, joya del estilo gótico edificada entre 1163 y 1345, es una de las iglesias más reconocidas del mundo. El templo ya sufrió daños por un incendio en 1871, durante la Comuna de París.