UN PERSONAJE INOLVIDABLE
Adán Eugenio Bayro Sánchez
Importante intelectual y empresario porteño. Nació en Arica en 1879. Fueron sus padres don Adán Bayro y doña Gertrudis Sánchez. A los siete años, luego de haber finalizado la guerra del Guano y el Salitre, llega a Mollendo procedente de Arica. Tuvo varios hermanos, Adolfo, Marcos, Juan Jesús y Victoria. Mollendino por convicción, decide trabajar en este puerto que lo acoge hasta el final de su existencia. Inquieto y cabal, este joven ingresa a formar parte de la vida social, empresarial, deportiva cultural, gremial y humanitaria.
Al igual que sus hermanos gozaba de un aprecio general por su don de gentes en la comunidad porteña.
El 30 de abril de 1905, a los 26 años contrae matrimonio con doña Teresa Caro Ibárcena, hija de don Benigno Caro y doña Sabina Ibárcena.
Tuvo en ejemplar entorno familiar como la señorita Conchita Cazorla Bayro, Luis Morales Muro, Emilio Cazorla; padre de Eva, Amanda, Augusto y Alfonso Bayro Caro; abuelo de Teresa, María Virginia y Luis Morales Bayro.
Tío de las señoras Elena Bayro de Paredes y Socorro de Vallance, así como tío político de don Alberto y Angélica Tapia; abuelo político de Ana María y Alberto Tapia Garcés.
Fue miembro prominente de varias instituciones locales como la Compañía de Bomberos Nº 1, la Sociedad Fraternal de Artesanos, la Sociedad de Beneficencia Pública de Mollendo, etc.
En 1918 forma parte de Concejo Provincial de Islay como concejal de parques y alamedas en la gestión de don Augusto Ratti Nava.
Este importante personaje llevado por su espíritu altruista y como miembro de la Sociedad Fraternal de Artesanos, junto a don Andrés Avelino Jurado y Pedro P. Zegarra, construye el mausoleo colectivo para sus miembros, inaugurándolo el 23 de julio de 1922.
Inquieto e infaltable a todos los eventos que marcó la inquietante vida comercial portuaria, Bayro Sánchez supo capear las inquietudes opositoras de los dirigentes gremiales de turno.
En designado alcalde de Mollendo el 17 de julio de 1925 en reemplazo del periodista Carlos Ismael Benavides hasta el 19 de septiembre de 1926 en que es reemplazado por el aduanero Rodolfo Valdez Montes. Tenía por entonces 46 años. Podemos afirmar que durante su actuación edilicia enfrentó los acontecimientos más dramáticos en la historia de Mollendo a consecuencia de la suscripción del famoso “Contrato Ugarteche” en 1926, con el apoyo de sus concejales Marcelino Nieves Pino, Enrique Rodríguez, Guillermo Coloma Elías entre otros. Según la Municipalidad “todo lo referente a la tramitación, aprobación del Contrato Ugarteche fue público y realizado de acuerdo con los dispositivos legales vigentes, tal como lo comprobara en la documentación abundante que existe en los archivos de la institución edil”.
El problema radica en que la clase trabajadora formada por los ferroviarios, estibadores, artesanos, el comercio en general, realizaron marchas de protesta contra el Concejo, cuyos dirigentes no aceptaban las nuevas tarifas municipales para favorecer a don Manuel Ugarteche Jiménez y eran lesivos a los intereses del pueblo. Logran llegar hasta el local y lo clausuran. Luego vendrá lo peor, las oficinas de la empresa ubicadas en los bajos del malecón son saqueadas e incendiadas por los vociferantes y conminan a que el personal abandone la ciudad para siempre. El alcalde Bayro reunió a las autoridades en una asamblea en su casa para solucionar la grave situación que vivía Mollendo.
El 7 de agosto de 1926 según el Boletín de La Patria, afirma: “Nuestro servicio radiográfico de hoy nos dice que el Gobierno aprobó las nuevas tarifas y el contrato del Sr. Ugarteche, desechando la renuncia formulada por la Junta de Notables con motivo de los ataques injustificados de que fue objeto los días 4 y 5 de julio. El pueblo de Mollendo debe felicitarse por esta noticia y dar un ¡Viva el Gobierno del Sr. Leguía, Viva la Junta de Notables!
Bayro y su cuerpo edilicio renunció en forma irrevocable al cargo, actitud que no fue aceptada por el Gobierno. El puerto afrontará por espacio de nueve años esta crisis con varios alcaldes elegidos y luego renunciantes, finalmente la empresa Ugarteche decide retirarse para siempre, al haberse comprobado irregularidades por los organismos de control del Estado, que iban en contra de los intereses del pueblo.
Don Adán Eugenio Bayro Sánchez, meritorio hombre mollendino fallece el jueves 16 de marzo de 1961 a las 5.15 a.m. El sepelio se realizó el viernes 17 a las 5.30 p.m. La carroza fue cedida por la Compañía de Bomberos, con la participación del Cap. de F. Augusto Bayro Caro, don Luis Morales Muro y Alberto Tapia. Tenía por entonces 82 años. Sus restos se encuentran en el mausoleo de la Compañía de Bomberos del cementerio local.