MAESTRO DE MAESTROS
Carlos Eduardo Cuba Valdivia
Don Carlos Eduardo Cuba Valdivia, nació en el distrito y provincia de Lampa, departamento de Puno, el 29 de diciembre de 1911. Fueron sus padres don Rodolfo Cuba y doña Emilia Valdivia, teniendo cinco hermanos, Carmen, Julia, Víctor, Rosa y Lina.
Hizo sus primeros estudios en su natal Lampa. Luego la familia lo envía hacia a Arequipa para seguir los estudios secundarios en el Colegio San Francisco de Asís, destacando ampliamente en sus estudios ocupando los primeros puestos de la excelencia académica.
Ingresa a la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de San Agustín de Arequipa. Opta por la carrera del magisterio donde se gradúa como bachiller y se titula en Matemáticas y Física.
Allá por el año de 1931 cuando apenas frisaba los 20 años llega al puerto de Mollendo en condición de profesor contratado en el Colegio Nacional Augusto B. Leguía (al poco tiempo se llamará Deán Valdivia) ubicado en la séptima cuadra de la calle Comercio, pero resulta que en ese lapso de tiempo eventual se convierte en su permanencia definitiva, hasta el final en su jubilación.
Fiel cumplidor de la enseñanza, la puntualidad y la disciplina, se convierte en un insigne docente de cuyo lema dirigido a sus estudiantes era ¡Estudiar, estudiar y estudiar!
A los 29 años el joven Carlos contrae matrimonio con la jovencita mollendina María Luisa Salerno, fue en el año de 1940. De esta unión procrearon siete hijos: Carlos Manuel, Carlos Alfredo, Eduardo, Raúl, María Angélica, Amalia y Ricardo.
Radica en Mollendo ejerciendo la docencia casi ininterrumpidamente por espacio de 40 años. De un claro conocimiento de las ciencias matemáticas, un personaje ponderado, de una gran calidad humana supo congraciarse con sus colegas y la población en general.
Solía dar clases fuera de las horas del colegio para los alumnos de bajos recursos económicos y sobre todo en las noches al cual eran Ad honorem en muchos casos. Era de manifestarles que don Carlos tuvo en su esposa Marujita (como así la llamaban) a una persona de noble corazón, ella enseñaba inglés en el mismo colegio nacional, una pareja de nobles sentimientos.
La prueba más palpable de su gesto para sus alumnos es que se preocupó por la capacitación o el refuerzo de los cursos para que puedan asistir a los exámenes de ingresos a las diversas universidades nacionales. Pronto se llegará a comprobar que la gran mayoría de los estudiantes mollendinos ingresaban a las universidades con altos puntajes, que posteriormente llegaron a ser muy buenos profesionales al servicio de la Nación.
Por su destacada presencia en todos los campos de la educación y sobresalir en ellos, y luego de varios años en su querido Deán, es destacado a la ciudad de Arequipa, donde ingresa como director de la Gran Unidad Escolar Mariano Melgar por espacio de dos años con igual éxito. Hizo quedar en alto el prestigio del docente mollendino.
Durante el Gobierno Militar, el 1 de abril de 1975 es nombrado alcalde de Mollendo hasta el 18 de enero de 1980, siendo reemplazado por don Adolfo Najarro Chiles.
Es reconocido por el Gobierno y las autoridades educacionales cuando en 1983 se le otorga las Palmas Magisteriales en el grado de Educador.
Hoy en día toda la juventud de entonces lo recuerda por que dejó una huella inmarcesible en los corazones de los mollendinos.
Fallece en Arequipa el 10 de agosto de 1999 a la edad de 88 años de juventud. Sus restos descansan junto a su adorable esposa Maruja (fallecida el 2 de junio de 1988) en el mausoleo de la familia Cuba Salerno del cementerio de Mollendo.