El excesivo consumo de agua potable, la afluencia masiva de veraneantes a las costas de la provincia de Islay y el estado de turbidez de las aguas del río Tambo generan un trabajo operativo de alta demanda para la empresa Sedapar, por lo que vienen implementando diversas acciones dentro del plan de contingencia para atender la petición del liquido elemento a la población local y foránea.

Voceros de la empresa han señalado que este comportamiento en la demanda del consumo, se da sobre todo los fines de semana, principalmente en la ciudad de Mollendo, Islay-Matarani, Mejía, Punta de Bombón y Cocachacra lugares en donde se duplica la población.

TURBIDEZ HACE INTRATABLE EL AGUA

A ello se suma la presencia de intensas lluvias en la cuenca del Tambo, incrementando el caudal del río del mismo nombre, esto causa altos niveles de turbidez, habiéndose registrado hasta ocho mil NTU o Unidades de Turbidez Nefelométricas por sus siglas en inglés, condiciones imposibles de ser tratadas en las plantas de Sedapar.

Adicionando al problema que las juntas de usuarios cierran bocatomas y captaciones para evitar el ingreso de arena, lodos y demás sólidos que traslada el río y que pueden causar graves daños a su infraestructura de riego.

EL PLAN

Con todo, Sedapar viene aplicando un plan de contingencia para paliar la necesidad de agua potable en Mollendo, en donde la planta trabaja al máximo de su capacidad y se cuenta con más personal operativo trabajando. Además, se está distribuyendo el recurso en cisternas por diversas calles de la ciudad de manera frecuente.

Precisaron que el restablecimiento de la normalidad en el abastecimiento del agua está sujeto a la disponibilidad de agua cruda de buena calidad y con una turbidez máxima de mil NTU, proveniente de las fuentes de captación del río Tambo.

Informaron que similar comportamiento y acciones de contingencia se viene registrando en la provincia de Camaná.