La Fiscalía Superior Penal de Ilo, a cargo del fiscal adjunto superior Zoilo López del Carpio, consiguió que la Sala Penal de Apelaciones de Moquegua, confirme la sentencia contra Ernesto Aurelio Portocarrero Vásquez (63), en el extremo como autor del delito de tocamientos imponiendo 9 años de pena privativa de libertad efectiva y el pago de 3 mil soles de reparación civil disponiendo las ordenes de captura del sentenciado.
Esta investigación, ha sido visto en su integridad en juicio oral de primera instancia por el fiscal adjunto provincial Luis Concha Valdivia del Tercer Despacho de la Fiscalía Provincial Penal Corporativa de Ilo, que como teoría del caso se basó en la incriminación de la menor agraviada y el certificado médico legal que encontró una fisura en la menor.
De los hechos materia de investigación, en enero de 2019, la menor que jugaba en su habitación cuando el imputado ingresó y le realizó tocamientos indebidos mientras se realizaba una reunión familiar en la sala del imputado, momento en que ingresa la madre de la niña y observa que el sujeto le tocaba con su mano la nalga de la agraviada.
En tal sentido los magistrados de la Sala Penal de Apelaciones consideraron un error de forma no valorarse el testimonio de la menor en cámara gessel mediante prueba anticipada por lo que reformaron la sentencia en primera instancia imponiendo 9 años de pena privativa de libertad para Portocarrero Vásquez.
También se ha dispuesto la ubicación, captura y su internamiento en establecimiento penal del sujeto que está como no habido.
Cabe precisar que la Unidad de Asistencia a Víctimas y Testigos brindó el soporte y acompañamiento psicológico, social y legal a favor de la víctima y la madre en Ilo y vía reciprocidad con el programa de Asistencia UDAVIT en la ciudad de Lima ahora que las víctimas viven en dicho lugar.
CADENA PERPETUA EN PRIMERA INSTANCIA
Cabe precisar que Ernesto Aurelio Portocarrero Vásquez (63) fue sentenciado en el mes de julio del presente año a cadena perpetua al haber sido encontrado ser autor del delito contra la libertad sexual en la modalidad de abuso sexual en agravio de una niña de 7 años de edad. El caso fue revisado por los magistrados de la Sala Penal de Apelaciones por lo que reformaron la sentencia en primera instancia.
