POR: CLAUDIA BLAS ANCCO (ABOGADA CONTRATADA SEDE ILO) [ESTUDIO MUÑIZ-AREQUIPA]     

“El arte de la guerra” de Sun Tzu, en una de sus ediciones, nos regala este mensaje “solo los que aprecian el crecimiento resultado de los fracasos fugaces, obtendrán éxitos duraderos”; que básicamente describe la importancia que tienen los momentos de crisis en la vida. Desde el año 2020, el Perú atraviesa una crisis a causa de la pandemia, en la que hemos tenido que reinventar nuestra perspectiva de vida, situación que muchos han tomado como una oportunidad para reestablecerse y mejorar en distintos aspectos.

Entidades y empresas, tanto públicas como privadas, no han sido ajenos a esta nueva oportunidad de fortalecimiento, que, a su vez, han sido generadas a causa de las necesidades de los usuarios; por lo que podría considerar, que es así, que surge el proyecto del Remate Judicial Electrónico, aunque valgan verdades, esta reforma inicia como una propuesta desde el año 2010, que finalmente, en el año 2014 es aprobada como Ley Nº 30229.

En el año 2017, se inició un plan piloto en los 17 juzgados comerciales de Lima, lo cual ha permitido la realización de miles de remates que luego de los ajustes necesarios a la fecha se denomina “Sistema de Remate Electrónico Judicial – REMAJU”.

¿En qué consiste el Remate Judicial Electrónico?, es un procedimiento por el cual se realiza la venta forzada de un bien a través de medios electrónicos, en una plataforma tecnológica y mediante un sistema informático administrado por el Poder Judicial, requiriendo que exista un mandato judicial. Este sistema permite que, una vez ordenado el remate, los interesados puedan inscribirse, efectuando sus ofertas, registrar sus pagos e incluso obtener el certificado de adjudicación. Asimismo, una de las ventajas de este proceso es que todo ello puede realizarse desde cualquier parte del país, las veinticuatro horas del día.

La implementación de este sistema relega y elimina la participación de los martilleros públicos, puesto que el sistema de modo automatizado según se realicen las ofertas de los interesados, determina cual es el mayor precio ofrecido y lo declara ganador al cierre de la subasta, lo reporta al juzgado a fin de que emita auto de adjudicación respectivo.

Según Jaime Obando, presidente de la comisión del Poder Judicial encargada de la elaboración de este proyecto, en el año 2020, pese a la pandemia y la afectación de las labores judiciales, en los juzgados comerciales de la Corte superior de Justicia de Lima se han publicado 1,624 remates electrónicos, lográndose adjudicaciones por US$ 12’754,4238.88 y S/ 19’488,508.68.

Ahora bien, mediante Resolución Administrativa N° 000104-2021-CE-PJ, el Consejo Ejecutivo del Poder Judicial, ha dispuesto la expansión del REMAJU a los distintos órganos jurisdiccionales del país, entre ellos, la región Moquegua.

El remate electrónico podría ser una de las soluciones a la modernización que requiere el Poder Judicial en materia de remates a nivel nacional pero debe analizarse si esta alternativa podría hacer viable el sostenimiento de los remates judiciales en la región y en el país, entonces queda esperar que tanto en Ilo como en Moquegua el personal del Poder Judicial sea capacitado y se conforme el comité encargado para que realicen las acciones de seguimiento de este sistema, esperemos que esta propuesta permita una mayor celeridad a los procesos, reducción de costos y mayor seguridad.