POR: PEDRO PERALTA CASANI
Por estar ubicado en la costa, Ilo ha sufrido numerosos tsunamis que han ocasionado eventualmente la destrucción de las poblaciones que se han asentado en el norte de la Punta de Coles. La principal causa de estos fenómenos del mar han sido los terremotos que han ocurrido en el océano Pacífico, cuyo registro tenemos desde el periodo colonial, cuando las fuentes empezaron a anotar los hechos más sorprendentes sucedidos en el reino.
El primer registro sobre un tsunami en Ilo nos remonta al año 1604, cuando el 24 de noviembre un terremoto de características cataclísmicas destruyó ciudades y villas como Arequipa, Moquegua y Arica, esta última arrasada por las olas que trajo el maremoto que sucedió inmediatamente después de la sacudida. Aquel sismo fue tan fuerte que se percibió en lugares tan alejados como Lima, Ica y Cusco. Sobre este evento, el cronista jesuita Bernabé Cobo señaló que:
«en el valle y puerto de Ilo salió la mar casi media legua el valle arriba; arrancó muchas higueras antiguas, ahogáronse once indios y hizo pedazos una fragata de más de dos mil arrobas de porte, que estaba en el astillero casi acabada (sic)».
De allí tenemos que irnos hasta el 13 de mayo de 1784 para tener datos sobre otro nuevo tsunami en Ilo. Aquel día un terremoto derribó las iglesias y casas de poblaciones como Arequipa y Moquegua, y aunque el sismo se sintió también en Arica, no se tienen informaciones que mencionen la ocurrencia de un maremoto en aquel lugar. Sobre este episodio, Juan Domingo Zamácola y Jaúregui señala: «que en Ilo se retiró el mar más de 12 horas y que no salió de su límite». Por la descripción se entiende que hubo un maremoto, ya que este fenómeno siempre es precedido por el retiro del mar.
Pero el tsunami más destructivo que soportaría Ilo fue el ocasionado por el cataclismo del 13 de agosto de 1868, el cual es catalogado como el evento sísmico más colosal de la historia del Perú, entre cuyas consecuencias se cuenta la destrucción de los puertos de Arica e Iquique y las ciudades de Arequipa, Moquegua, Ica, entre otras. Para entonces el ministro de Beneficencia, Luciano Benjamín Cisneros, se dirigió a los lugares afectados para evaluar los daños, y cuando llegó a Ilo dijo que «el terremoto y la inundación lo han esquilmado todo».
El 9 de mayo de 1877 un nuevo sismo sacudió el sur peruano, ocasionando perjuicios principalmente en las provincias de Tarapacá, Arica y Tacna. Si bien Moquegua se halló algo lejos del epicentro del terremoto, el tsunami producto de este llegó hasta Ilo, que para entonces se estaba recuperando del evento anterior. Aunque el maremoto no fue tan destructivo como el del año 1868, no por ello no ocasionó daños menores.
Finalmente, tenemos que señalar que en el sur peruano han ocurrido otros terremotos que debieron ocasionar algún perjuicio en Ilo, pero que nos es difícil retratar por la falta de evidencias. Estos eventos telúricos son los que sucedieron en los años de 1615, 1687, 1715, 1769, 1821, 1831 y 1833. Como es de suponer, cualquier movimiento sísmico de gran magnitud puede ocasionar un tsunami, lo que amerita que nos pongamos en un lugar seguro en los próximos minutos.