POR: CÉSAR MARÍN CÁCERES
Desde el retorno a la democracia en 2001, el Tribunal Constitucional (TC) ha desempeñado un papel crucial en la adaptación de la Constitución de 1993 a la realidad del país. A través de su jurisprudencia, no solo se ha logrado el respeto a numerosos derechos fundamentales, sino también la creación de derechos constitucionales que no estaban expresamente contemplados en la Carta Magna.
Tras la aprobación de la Constitución en 1993, surgieron necesidades de revisión, y en este proceso, el TC ha desempeñado un papel fundamental. Sus fallos y precedentes vinculantes, equivalentes a leyes de obligatorio cumplimiento, han contribuido al perfeccionamiento constante del marco constitucional.
Un episodio significativo tuvo lugar el 30 de septiembre de 2019, cuando el expresidente Martín Vizcarra cerró el Congreso, debido a la intención de continuar con la elección de magistrados del TC. A pesar de un planteamiento de cuestión de confianza para suspender esta elección y discutir modificaciones en la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional, el Congreso persistió.
En 2020, surgió la controversia sobre si debía ser el nuevo Congreso o el saliente quien eligiera a los magistrados del TC. Finalmente, el Congreso 2021-2026 seleccionó a los actuales magistrados, quienes han emitido sentencias que contrastan con las de sus predecesores. Estos últimos, sin importar las críticas, solían respetar las sentencias anteriores y fundamentaban sus modificaciones de manera clara.
En este nuevo escenario, se han dictado sentencias que eximen a la SUNAT del pago de intereses moratorios, generando una pérdida estimada de 12 millones de soles para el Estado. Asimismo, el TC ha resuelto que es el propio Congreso quien decide sobre cuestiones de confianza y ha limitado la capacidad de los jueces para emitir medidas cautelares contra las acciones del Congreso.
Un caso emblemático es el habeas corpus que condujo a la liberación de Alberto Fujimori. En este caso, tres magistrados emitieron su voto a favor de su liberación inmediata. Contrastando con este actuar, en el año 2022, los magistrados anteriores del Tribunal Constitucional optaron por no aplicar la sentencia de habeas corpus debido a una resolución de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), la cual instaba a no concederle la libertad. Sin embargo, este renovado Tribunal Constitucional decidió llevar a cabo la liberación de Fujimori, a pesar de la instrucción de la CIDH el 5 de diciembre de 2023 que prohibía su ejecución.
La controversia persiste, delineando un nuevo capítulo en la evolución del Tribunal Constitucional peruano.