Durante la presentación de ponencias en Perumín, este martes, el ponente Sandro Espinoza Flores, aseguró que la oposición a proyectos mineros es un error al creer que se trata de conflictos sociales, cuando en realidad deberían ser tratados como crimen organizado. Asegura que esta es una estrategia por parte de grupos que se dedican a extorsionar a las minas y tienen intereses que lindan con el delito.
ESTRATEGIA ORGANIZACIONAL
Como ejemplo de su argumento puso al proyecto Tía María, asegura que existe una estructura organizacional que incluye operadores básicos, logísticos y estratégicos con aspiraciones políticas.
Luego están los que manejan dinero, contratan “matones” y financian banderolas, polos y ollas comunes. Por último, apunta a los cerebros que planifican los conflictos y que, asegura, son ONG internacionales, empresas y hasta países que no quieren que determinados proyectos prosperen.
VICEMINISTRO DE GOBERNANZA
Además incluyó en sus acusaciones que esta “red criminal” tendría el respaldo del viceministro de Gobernanza Territorial, Raúl Molina Martínez, al estar confabulado con los opositores, atemorizando al Gobierno, con información que no se ajusta a la realidad, se conoció.
MEDIOS DE PRENSA
Por si fuera poco, en esa misma línea también acusó a medios de prensa quienes, a su modo de ver se les capacita en cómo evitar el chuponeo, evitar seguimiento, encriptación de correos electrónicos, entre otros.
HASTA LA UNSA
Para variar, también aludió a la UNSA como “centro de operaciones de los operadores estratégicos”.
UN EXTRANJERO
Una más, acusó a un ciudadano holandés, Mourik Bueno de Mesquita de ser una de las cabezas tras el movimiento opositor a Tía María.
SOBRE SANDRO ESPINOZA
Según un reportaje de televisión, fue capitán de la Policía hasta el 2011. A dos años de su retiro ya tenía cuatro empresas: dos de seguridad y dos inmobiliarias. Se le vincula al operador político montesinista Óscar López Meneses.
Los organizadores de Perumín rechazaron los calificativos de Espinoza Flores.