POR: RICHAR MAQUERA QUISPE
¿Un espejismo de esperanza o un nuevo capítulo de incertidumbre? La reactivación del proyecto minero Tía María en Islay, Arequipa, ha generado gran expectativa en los últimos días. Sin embargo, las recientes declaraciones de Grupo México, casa matriz de Southern Copper, han encendido las alarmas al matizar las afirmaciones sobre su inicio de construcción.
Un giro inesperado: Hace apenas unos días, el vicepresidente de finanzas de Southern Copper, Raúl Jacob, había generado gran revuelo al anunciar que la construcción de Tía María podría comenzar a finales de este año o a principios del próximo. Sus palabras, cargadas de optimismo, parecían indicar que el proyecto, estancado por años debido a las protestas sociales, finalmente estaba a punto de reanudarse.
Un paso atrás: Sin embargo, Grupo México ha puesto un freno a la euforia. En una carta enviada a la Superintendencia del Mercado de Valores (SMV), la empresa ha aclarado que las declaraciones de Jacob no deben interpretarse como una fecha definitiva para el inicio de la construcción.
¿Qué significa esto? En palabras del representante bursátil de Grupo México, Álvaro Burga, la empresa «consideraría muy positivo» que la construcción de Tía María comenzará antes de fin de año, pero que la decisión final dependerá de las condiciones y del diálogo con las comunidades locales.
Un proyecto controversial: Tía María no es un proyecto exento de polémica. Tres grandes protestas en 2011, 2015 y 2019, que dejaron un saldo de siete muertos, han marcado su historia. Las comunidades locales han expresado su preocupación por el impacto ambiental y social del proyecto, mientras que la empresa defiende su potencial para generar desarrollo económico y empleo.
Un futuro incierto: A pesar de las aclaraciones de Grupo México, el gobierno peruano se ha mostrado firme en su apoyo a la reactivación de Tía María. El primer ministro, Gustavo Adrianzén, y el ministro de Energía y Minas, Rómulo Mucho, han enfatizado la importancia del proyecto para la economía nacional y regional.
¿Qué depara el futuro para Tía María? Solo el tiempo dirá si este proyecto finalmente logra ver la luz. Lo que es seguro es que la incertidumbre y el debate en torno a este proyecto aún no han terminado. La clave estará en encontrar un equilibrio entre las necesidades de desarrollo económico y las preocupaciones de las comunidades locales, a través del diálogo y la búsqueda de soluciones consensuadas.
