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Rómulo, Dina y Tía María

POR: ENRIQUE LAZO FLORES    

Apenas asumió la cartera de Energía y Minas, el ahora ministro Rómulo Mucho Mamani, soltó un reto que muchos no se atreverían a hacerlo, o quizás sí, pero lo habrían hecho temblando, como Pedro Castillo al leer la proclama de cierre del Congreso y al conocer la posición de Dina Boluarte y Otárola respecto a Tía María.

Pues, hacerlo de la forma como lo hizo encierra un verdadero reto no solo personal para Rómulo, conociendo su posición y su trayectoria, sino también un verdadero desafío de cara a este régimen, y especialmente a Dina Boluarte, quien tiene un compromiso firmado con la población de Cocachacra para no tocar el tema de Tía María si ella asumía el poder.

Seguramente, el anuncio de Rómulo Mucho causó preocupación en el Ejecutivo, especialmente en el entorno de Dina y Otárola, a pesar de que el anuncio no se refería específicamente a Tía María, sino que fue en general, cuando señaló que durante su gestión impulsará el destrabe de los 48 proyectos mineros que hay en la cartera, donde se esperan US$ 53 mil millones; es decir, no solo se refirió a Tía María.

En su primer contacto con los trabajadores y funcionarios del MINEM, reconoció que la minería es el verdadero motor de desarrollo. También mencionó otros rubros, como el subsector de hidrocarburos y otros, entre ellos la industria petroquímica, que este mismo gobierno anunció el año pasado, señalando que se impulsarán plantas en Ilo y Arequipa. Dicho compromiso lo asumió la misma presidenta de la República, debiéndose cumplir antes del 28 de julio. ¿Estará de acuerdo Dina Boluarte en algo? Ojalá sí.

En su discurso de presentación y con la experiencia de haber sido antes vice ministro de la misma cartera, Rómulo Mucho reconoció el impulso que hace el MINEM para la reducción de brechas en el sector minero ilegal. Dijo que es imprescindible considerarlos como una impostergable oportunidad para dinamizar esta actividad y asegurar el sustento de miles de peruanos. Sin embargo, obvió afirmar cómo solucionarlos, porque se trata de mineros informales que requieren un efectivo apoyo y acompañamiento técnico para producir con responsabilidad social y ambiental en sus pequeñas concesiones mineras. Es decir, está diciendo que se les va a legalizar, es un gran sector de mineros ilegales que siguen luchando para ser reconocidos, lo que este gobierno está tratando de hacer, pero no lo logra hasta este momento.

Ergo, en lo que concierne al sur, sobre todo a la región Arequipa, se le vio convencido de que impulsará el destrabe del proyecto Tía María, el más importante en este momento, y el de Conga en Cajamarca, a pesar de que ya anunció que no podrá hacer más de lo que dijo, que no garantizaba si salía o no Tía María, como un preludio de lo que vendrá más adelante. El rechazo de un sector de la población de Cocachacra es allí donde tendrá que lidiar «desde adentro hacia afuera» y en ese escenario se enfrentará a la mismísima Dina Boluarte y a su consorte Otárola, quienes ya en una oportunidad mostraron su posición de no tocar a Tía María, como cuando Otárola desautorizó al anterior ministro del MINEM en un evento mundial como es Perumin.

El ministro está empeñado en impulsar que Tía María salga, porque es un proyecto emblemático, pero que se ha manoseado desde hace años. Desde entonces, la empresa ha venido trabajando en la comunidad atendiendo diversas necesidades, especialmente en el sector de educación, agricultura y salud, con diferentes programas sociales con los que ha demostrado que la minería y la agricultura sí pueden trabajar juntos, para que en el Valle de Tambo, el desarrollo integral sea una expresión del mismo pueblo, así lo manifestaron jóvenes y agricultores de la zona, que tuvieron la oportunidad de asistir a diversas capacitaciones que se hicieron. Pero la esperanza del Valle de Tambo de hoy es la regulación del agua, darle impulso a la agricultura y a la agroexportación con la expansión de la frontera agrícola.

Se ve de lejos que la intención de Rómulo Mucho es destrabar proyectos mineros para generar empleo de calidad y reducir la pobreza en la región, sobre todo en la región Arequipa, porque entiende que la atracción de inversiones en el sector minero no solo genera empleos directos, sino que también impulsa una cadena de valor que beneficia a la economía local. Como él lo señala: “Al atraer inversiones generamos empleo, empleo de calidad y eso mueve no solamente empleo directo, sino toda la cadena de valor de un proyecto, que es más o menos, según los estudios, un empleo minero genera ocho puestos conexos. Con eso estamos haciendo un gran trabajo para disminuir la desigualdad y la pobreza”. ¿Cierto, pero lo logrará?

Este respaldo abierto del Ministro de Energía y Minas al proyecto Tía María demuestra la importancia estratégica de esta actividad para el desarrollo económico y social de Arequipa, pero está plagado de una desconfianza única desde el ejecutivo y esta necesidad de cumplir no debe pasar solo por el compromiso de la empresa, sino por la predisposición de la presidenta Dina Boluarte y de su ministro Alberto Otáralo de darle pase a este proyecto, algo que va a ser difícil convencerlos, ya que la permanencia de Rómulo Mucho en el cargo va a depender mucho de la decisión de estas dos personas que están en sintonía con la población que no quiere que salga este proyecto porque se basan en el acta firmada por Dina donde se compromete a no tocar el tema de Tía María si ella llegaba al poder.

Precisamente, ya las comunidades de Cocachacra están levantando la voz, haciendo sonar sus tambores de guerra y anuncian abrir un diálogo con el nuevo ministro. Ojalá Rómulo tenga la capacidad de convencimiento como parece tenerlo y no solo sea un canto de sirena en medio de una pradera que amenaza incendiarse.

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