Al conmemorarse el 50° aniversario de creación política la provincia de Ilo, el día de ayer martes se llevó a cabo los actos protocolares, que resaltaron esta importante fecha, la cual contó con la participación de las autoridades de la localidad y de la región.
El alcalde provincial Gerardo Carpio Díaz, acompañado de sus regidores e invitados participó en la Misa Te Deum, luego tuvieron el alto honor de izar el Pabellón Nacional y la bandera de Ilo en la Plaza de Armas. Posteriormente, se cumplió con la Sesión Solemne en el auditorio de la MPI, donde se dio lectura del acta de creación política de Ilo.
El discurso de orden estuvo a cargo del burgomaestre Gerardo Carpio, quien resalta la labor cumplida por la comunidad y sus autoridades con lo que se logra consolidar el desarrollo del primer puerto del Perú, habiendo alcanzado diferentes aspectos y sueños que hoy se hacen realidad, que han llevado a Ilo al progreso, convirtiéndose en el más importante y ordenado del Perú, ejemplo de la región y el país.
“En nuestra ciudad, se ha conformado la plataforma contra el coronavirus, integrado por representantes de diferentes instituciones públicas y privadas, quienes vienen haciendo lo humanamente posible para contrarrestar y evitar crezca la contaminación de la pandemia, que como todos conocen los resultados no son nada agradables”, refirió.
La autoridad edil, hizo el llamado a no rendirse ante el COVID-19, precisando que las estadísticas tienen claramente marcada una realidad de lo que vive la región, que es totalmente diferente a otras. Se sigue trabajando de esta manera en la última etapa que es la más agresiva, la cual no debe llegar a la región.
En otro momento, informó que una vez que se levante el estado de emergencia, se estarán reiniciando las obras que han quedado pendientes, para dar oportunidad de trabajo, sobre todo a los más vulnerables.
Carpio, durante su intervención expuso los logros que está obteniendo su gestión en diferentes sectores, comprometiéndose a seguir trabajando, saludando a las autoridades del más alto nivel, por hacer que el proceso de integración social, política y cultural, no tenga tintes políticos.