POR: HOOVER WADITH RUIZ RENGIFO – CEO ASCOLDPEM
Hablando con mi amigo, colega y Notario colombiano, Dr. Marco Tulio Sinisterra, sobre el hombre, el ser humano, pudimos constatar que una de las 4 grandes preguntas que se hizo Kant, ¿Qué es el hombre? sigue sin responder.
Marco Tulio dice que realmente no somos seres humanos, una vez analizado el egoísmo, la ambición, la envidia y más cosas que envuelve al hombre. Tiene razón, y le agrego que al ser humano (el hombre) hay que deshumanizarlo.
Tantos descubrimientos, avances, ideas filosóficas, ciencia y tecnologías de avanzada, y muchos inventos, aún seguimos sin entender qué es el hombre. Desde Sócrates, Confucio, Buda y algunos grandes pensadores más, hasta hoy, no hemos podido entender qué es el hombre. Creemos que estamos en evolución, que seguimos siendo un intento de ser un humano. Todo indica que la ruta evolutiva se desvió y frustró. El libre albedrío sigue contaminado. Expresamos en nuestro texto reciente sobre «Un más allá de las emociones. La mujer hipermoderna. ¡Podemos entenderlas!, 2020. » (Prólogo del magnífico Catedrático español, Dr. Miguel Abel Souto) que el hombre ha perdido la sensibilidad.
A decir verdad, la sensibilidad es el eslabón perdido del hombre. Su escasa sensibilidad es la demostración que no ha evolucionado. Sin ser pesimista, pero si real: dudamos que el hombre alcance un mayor grado de sensibilidad. Nos hicimos una falsa idea que la pandemia cambiaría el rumbo evolutivo para ser un humano, pero todo sigue igual. Recordemos que ya no es la guerra interna de los problemas del hombre que ha tratado de explicar la filosofía. Lo crucial en tiempos actuales es que nos enfrentamos a su desaparición como especie.
Dejemos ya de tanto pensamiento dogmático como focaliza de manera central en su idea anti dogmática el profesor de la Universidad San José de Costa Rica, Dr. Minor E. Salas. Propongo ir a un pensamiento racional- pragmático. Una posición real. De realismo sano como propone el Papa Francisco para resolver algunos problemas actuales. Racional- pragmático como propone John Ruggie. Se nos agota el tiempo.
Mientras se divaga en dogmas, nuestra casa (el planeta) se cae. Hagamos un poco más de lo que enseña el filósofo austriaco Karl Popper en su obra “Toda la vida es solución de problemas” (All life is problem Solving. Dediquemos nuestras fuerzas a resolver los problemas y así podemos avanzar como una estrella, sin prisa y sin pausa, anota Goethe.