Por: Edgard Norberto “Beto” Lajo Paredes
Hablemos claro, el 28 de julio de 1821, fue la independencia de la minoritaria clase social dominante de los blancos peruanos criollos (hijos de españoles nacidos en Perú, no accedían a cargos públicos virreinales por no ser naturales de España); más no para las mayoritarias clases sociales dominadas, no tenían libertades políticas, derechos económicos ni justicia social, porque el sistema colonial de explotación de indígenas, mestizos y negros; continuó, sin modificarse absolutamente nada. En otras palabras, los criollos se liberaron de obedecer al rey de España (político) y de la obligación de negociar y tributar a la corona ibérica (económico). Independencia fue para ellos.
ES MÁS, ESTO NO SE DICE
La falsa historia oficial, oculta el hecho que los criollos, también se libraron de cumplir las leyes emitidas por los monarcas, en favor de nuestros ancestros aborígenes: de no explotarlos, respetar sus rangos y bienes, etc. Leyes de Indias que nunca cumplieron (en la colonia, ni en la emancipación, tampoco, en la República), haciendo todo lo contrario, de ahí nace la frase: “se acata, pero no se cumple”, significa: se dan leyes buenas, pero no se aplican, rige hasta ahora.
CONQUISTA GENOCIDA
No solo eso, los pizarros, almagros y luques (los socios de la conquista genocida), trajeron la codicia y la corrupción, con el saqueo de nuestro oro y plata; al amañar las cuentas de la extracción de metales, con doble contabilidad, para evadir el pago de impuestos a la Monarquía. Después de la independencia clasista de los poderosos: la explotación, codicia y corrupción coloniales, siguieron. Entonces, la independencia fue para los de arriba, conservaron sus privilegios; no para los de abajo, quienes no obtuvieron ningún derecho y siguieron siendo explotados.
MILITARISMOS Y OLIGARQUÍA
De 1821 a 1980, han predominado, en lo político, los gobiernos militares golpistas y dictatoriales; en lo económico, rigió la hegemonía de la Oligarquía (latifundistas y capitalistas incipientes, ambos al servicio del imperialismo). Produciéndose un cambio de orientación ideológica, en el Gobierno Militar Revolucionario Dictatorial del Gral. Juan Velasco Alvarado (1968-1975), los militares gobernaron hasta 1980, donde no hubo democracia en nuestro país. Se avanzó en la conquista de derechos sociales y laborales, pero sigue habiendo multidesigualdades, en lo político, económico, social, cultural y regional; con secuelas de grandes poblaciones sin servicios básicos y sociales de calidad: en agua potable, desagüe, salud y educación.
DÉCADA DEMOCRÁTICA DEL SIGLO XX
Los gobiernos democráticos de Fernando Belaúnde (1980-1985) y Alan García (1985-1990), completaron sus períodos, por primera vez en la Historia Política del Perú, hubo acciones en favor del pueblo. Se interrumpió, con el fujimorismo, con autogolpe de Estado, implantó implacablemente el neoliberalismo (1990-2000), retrocediéndose en lo avanzado en democracia; volviendo a predominar el capital sobre el trabajo. Reinstalándose la democracia el año 2000 con el impecable Gobierno de Transición de don Valentín Paniagua (2000-2001); a la fecha contamos con veinte años de democracia y cuatro Gobiernos De Jure completos. Sin duda un gran avance de la democracia peruana.
TEMAS A DEBATIR EN LAS ELECCIONES DEL BICENTENARIO
La prevalencia de una injusta distribución de la riqueza (sobreganancias para los empresarios, trabajadores con remuneraciones no dignas), y el inequitativo sistema tributario (predominan los impuestos indirectos, sobre los impuestos directos), donde los ricos, clases medias y pobres pagan igual, debiendo pagar más el que gana más, y pagar menos el que gana menos; esto no se da. También, análisis de la política de incentivos tributarios, reflejada en exoneraciones o devolución de impuestos, a favor de los empresarios; debiéndose estudiar el impacto de tales incentivos, si han dado resultados y si se ha beneficiado nuestro país.
INDEPENDENCIA PARA EL PUEBLO
Nos corresponde, alcanzar –en todo caso completar- la independencia política, económica y mental del pueblo del Perú, pues, en tanto haya desigualdad social, pobreza económica, exclusión política, codicia de los poderosos, corrupción en los gobernantes. No se puede celebrar la independencia del Perú, pero sí, cada 28 de julio, asumir y renovar el compromiso de avanzar hacia la independencia del pueblo del Perú, para todos los peruanos y peruanas.