POR: JONÁS FIGUEROA SALAS (ARQUITECTO – URBANISTA)
Aún quedan registros humanos de las secuelas que originó la actividad industrial en la ciudad puerto de Ilo, en las décadas pasadas. También de los efectos sobre el paisaje y la fauna. He conversado con algunas de estas personas y en ninguna de ellas vi ni siquiera un atisbo de venganza, ni menos una acusación en contra de las actividades de refinería y siderurgia causantes de tamaño daño, que se prolongará en diversas morbilidades a través del tiempo. Y aunque se han mejorado ambientalmente los resultados de estos procesos de deterioro de la salud humana, animal y la flora, aún queda mucho más por hacer y donde se espera un protagonismo mayor tanto de las autoridades como de los empresarios.
Un ramillete de datos: Nueva York es Nueva York gracias a las donaciones realizadas por los mecenas empresarios en la consecución de mejores calidades de vida, en la construcción de equipamientos sociales y educativos, parques y plazas, etc. Darse una vuelta por Nueva York es recorrer palmo a palmo la historia del mecenazgo norteamericano en pos de mejores calidades de vida. Junto a ello, París es Paris por sus monarcas y políticos, Roma por sus Papas y arquitectos, Atenas por Platón, Aristóteles y Pericles.
El Plan Arborizarte se propone como la plantación de 100 mil árboles para la ciudad puerto de Ilo. Aunque los manuales internacionales de la Organización Mundial de la Salud (OMS), aconsejan 1 árbol por cada 3 habitantes urbanos, nosotros apostamos por algo más: 1,5 árboles por habitante, teniendo presente el incremento poblacional que experimentará la ciudad de Ilo en las próximas décadas, los conflictos ambientales y que los árboles recién prestaran sus beneficios paisajísticos y climáticos después de cincos años de su plantación, en el mejor de los casos.
Y por qué razones abogamos por un plan o proyecto que transforme la ciudad de Ilo en un espacio arborizado. Los beneficios de toda laya que presentan los árboles (que podríamos cifrar según investigaciones, en unos 300 dólares / año), bien merecen una atención de parte de las autoridades, las instituciones públicas y privadas y la ciudadanía en general. Ilo es una ciudad sujeta a muchas amenazas, algunas internas y otras externas, cuya gestión y planificación debe transformarlas en oportunidades de cambio y fortalezas. Las más cercanas de las estimaciones climáticas y sísmicas están relacionadas con aumentos de las temperaturas y de las precipitaciones y un posible y previsible tsunami, entre otras. En todos estos episodios de la naturaleza, los árboles juegan un papel importante en la protección de los individuos, de la sociedad y de sus bienes materiales.
Ilo puede ser una ciudad bella con pocos recursos, programando e invirtiendo en calidad urbana mediante un proyecto de arborización de las principales avenidas y masas arbóreas en las quebradas secas y laderas a modo de parques, reparando sectores ambientalmente frágiles, cuyo tratamiento los transformaría en corredores biológicos, recuperando especies nativas, tales como la tara, el molle, el algarrobo, etc. y también restaurar la fauna propia de una ciudad marítima.