Las piscinas autorizadas para su funcionamiento, sean públicas o privadas de uso colectivo, deben tener una autorización sanitaria antes de su operatividad. El Ing. Ricardo Cayo, responsable de Sanidad Ambiental de la Red de Salud Ilo, informó que está recabando información oficial de la Dirección Regional de Salud (DIRESA) sobre la relación de piscinas.
“La próxima semana se iniciará la evaluación de las piscinas. Las que no tengan autorización no deberían estar funcionando. En ese sentido, se está oficiando a los gobiernos locales para que sean cerradas de incumplir la norma”, expresó.
No se estaría garantizando una calidad sanitaria en todo aspecto porque se desconoce las condiciones en que están operando, respecto a la infraestructura, el agua, sistema de recirculación, vestuario, baños, entre otros que exige la norma para este tipo de establecimientos como son las piscinas de uso colectivo.