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22 noviembre, 2024 1:22 pm

Pescadores en tiempos de coronavirus

Los tiempos han cambiado y la vieja afirmación “cuando hay pesca, toda la economía local se mueve” es ya una añoranza por lo menos en el sur del Perú. Ese el caso de Ilo que tuvo su época de oro y llego a ser el segundo puerto de pesca industrial en el litoral peruano en los tiempos del boom, hoy no lo es pues su biomasa anchoveta está casi desparecida, las embarcaciones se vendieron bajo la modalidad de las cuotas y las fábricas de harina y aceite de pescado producen muy poco.

Los pescadores hoy celebran su día y el de su patrón “San Pedro”, este será diferente a la de otros años en que la feria gastronómica marina, misa, la serenata, grandes castillos y bombardas, los corzos de danzas puneñas, el paseo a San Pedrito por el mar era ofrenda de agradecimiento a la bondad del mar, río o lago. A su vez es una tradición y atracción turística de elevada concurrencia que el Covid 19 ha impedido celebrar.

Hay de aquellos aniversarios en los puertos marinos en que habiendo sido la pesca abundante y de buenos ingresos era acompañada por el regocijo y la fiesta. Este es el caso de la pesca con destino industrial que tuvo su boom en la década del 60, 70, 80 y los pescadores gozaban de aceptables ingresos.

Pero, como toda actividad puramente extractiva es vulnerable porque depende de la naturaleza que es cambiante, impredecible, grata e ingrata; la pesca y sus actores los pescadores han sufrido los efectos del fenómeno del niño, la avaricia de algunos de sus patrones y empresarios, la contaminación ambiental, la depredación del recurso, los cambios climatológicos, las pandemias como el mal de la cólera y hoy el coronavirus.

La otra parte de la pesca es la que tiene destino la alimentación directa de las personas, si bien es de menor escala, es la base sustancial en la dieta nutricional gastronómica más importante del ser humano.

Si las especies marinas, lacustres o de río son abundantes los precios bajan y la demanda de consumo aumenta y viceversa. Dice el dicho “a río, lago o mar revuelto, ganancia de pescadores”, también hay otros diferentes “si el mar fuera vino todo el mundo serio marino” o “mejor navega el que tiene buen viento que el que quien rema con mucho aliento”. En otras palabras, si la pesca es elevada los pescadores tendrán ingresos, al mismo tiempo la pesca es y será variable, temporal y poco adivinable.

Los tiempos han cambiado y la vieja afirmación “cuando hay pesca, toda la economía local se mueve” es ya una añoranza por lo menos en el sur del Perú. Ese el caso de Ilo que tuvo su época de oro y llego a ser el segundo puerto de pesca industrial en el litoral peruano en los tiempos del boom, hoy no lo es pues su biomasa anchoveta está casi desparecida, las embarcaciones se vendieron bajo la modalidad de las cuotas y las fábricas de harina y aceite de pescado producen muy poco.

La estadística pesquera señala que Chicama y Chimbote en diciembre de 2019 son los dos más grandes productores con 18,308.2 TM y 14,381 TM respectivamente; el precio internacional en Hamburgo de cada TM en el mismo mes era de 1,409.4 US$, multipliquemos y nos daremos cuenta que en el norte esta la pesca y los ingresos.

No todo es belleza, los pescadores de ambos lugares solicitaron que se suspendieran la extracción de la anchoveta porque se extraía sin piedad el juvenil y la información sobre la biomasa de anchoveta adulta no correspondía a la realidad, las investigaciones del Ministerio de la Producción descubrieron altos niveles de corrupción pues los investigadores de Imarpe habían alterado los indicadores para favorecer a los grupos pesqueros harineros.

En la pesca de consumo indirecto se siguen moviendo solapadamente intereses antinacionales que van desde la pesca negra, la informal, la oligopólica y la depredadora. En este espacio tormentoso son los pescadores los que pagan las consecuencias, ya no se les paga el 22.4 por TM y la informalidad se impone con el silencio cómplice de instituciones estatales, el recurso es escaso y muy temporal, son muchos meses en para sin contar con ingresos.

Es la época de la pesca sostenible, pescar en el presente asegurando la pesca del futuro. La nueva apuesta debería ser ir un proceso de la extracción a sembrar en el mar, pero la maricultura es inexistente, la estadística señala que hay acuicultura de truchas y algo de lenguado, muy poco para ser una fuente de trabajo y de producción.

No todo es harina de pescado, se ha convertido importante la Pesca de Consumo Humano Directo (PCD). Al respecto la estadística señala que en el mes de diciembre 2019 el desembarque en este rubro fue de 87.3 mil TM para enlatado, fresco, congelado, curado. Destacan el bonito, atún y barrilete en primera línea, más abajo la caballa, jurel, perico, machete y la pota.

El bonito y la pota son los que más se venden el mercado limeño, en Ilo lo es el bonito. El puerto que más produce pescado congelado es Paita de manera sobresaliente, otros lo hacen, pero en menor cantidad entre ellos Ilo.

Desembarque de pescado para enlatado esta en primer lugar Chimbote, Paita, el Callao e Ilo. Sobre este último no necesariamente el enlatado se hace en el lugar, provee para enlatado en otros lugares (Cuadro N° 01).

Son tiempos de coronavirus, la pesca y los pescadores han estado paralizados. Ingresamos a la reactivación económica y toda la operatividad pesquera tiene que cumplir los protocolos y ser formal. La pesca tiene que ser sostenible, no queda otra.

En Ilo y el sur se tiene que investigar porque el recurso anchoveta colapso, se dicen muchas cosas, pero no hay la evidencia científica. Ilo requiere un nuevo Terminal de desembarcadero de pescado con características macro regionales, además la venta de pescado tiene que tener otro lugar más aseado, limpio y con todos los protocolos. Deseamos a los sacrificados pescadores que los nuevos cambios les permitan tener mejor calidad y seguridad de vida. Y pescadores son los salta mochos, buzos, los de cordel y pluma, marisqueador, anchoveteros, de consumo directo, los de mar, lagos y lagunas y el gran mar marino. A seguir luchando por el alimentar al pueblo.

 

Análisis & Opinión