La Organización Mundial de la Salud (OMS) dijo el último lunes que resulta alarmante el impacto que la pandemia de COVID-19 tiene en los pueblos indígenas y nativos de las Américas, donde 70 000 miembros de estas comunidades se han contaminado con el nuevo coronavirus y 2 000 han fallecido.
Los nativos que viven en la región amazónica de Perú constituyen un grupo especialmente vulnerable, dijo el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.
El responsable hizo hincapié durante una rueda de prensa en la situación alarmante del pueblo originario nahua de Perú, que ha registrado seis decesos por nuevo coronavirus en los últimos días.
«A pesar de que la COVID-19 es un riesgo para los indígenas a nivel mundial, la OMS está consternada por el impacto que el virus tiene en los pueblos de las Américas, que se mantiene como el actual epicentro de la pandemia», recalcó Tedros.
En la misma comparecencia, la jefa del Departamento de Enfermedades Emergentes de la OMS, María Van Kerkhove, sostuvo que en el contexto de las comunidades nativas y la lucha contra la COVID-19 es esencial contar «con el pleno compromiso de sus líderes», así como hacer que la información les llegue de forma accesible.
«Hay que tomar en cuenta cuestiones como el idioma y la cultura, que la vigilancia sanitaria y el rastreo de casos se hagan de una forma apropiada», explicó.
En caso de que la forma de vida aislada de algunas de esas poblaciones no permita hacer las pruebas de diagnóstico rápidamente, cualquier persona que tuvo contacto con un enfermo debe ser considerado como un caso probable y se le debe apoyar para que respete la cuarentena, agregó Von Kerkhove.
Sobre la situación general de Latinoamérica, el director de Emergencias Sanitarias de la OMS, Mike Ryan, recordó que los casos se siguen multiplicando en varios países y mencionó a Bolivia y Colombia, donde la propagación del virus ha aumentado en las últimas dos semanas.
La OMS considera que un elemento esencial de la lucha contra el nuevo coronavirus es el rastreo de toda persona que tuvo contacto reciente con un caso confirmado, pero el experto reconoció que esto es algo muy difícil en países que registran miles de nuevos contaminados cada día.
«En esas circunstancias, las medidas que funcionan son las que se aplican a nivel de la comunidad, como distancia social y en algunos lugares confinamientos localizados», explicó.
«El truco es no bajar los brazos y seguir con el rastreo de casos, de modo que cuando los números bajan, cuando empiezan a estar bajo control, entonces el sistema está allí, para reaccionar frente a nuevos casos y nuevos grupos de casos», continuó Ryan.
El experto animó a los gobiernos a seguir invirtiendo en el rastreo de casos, «sobre todo en las Américas, donde necesitamos reforzar esta capacidad».