POR: CÉSAR A. CARO JIMÉNEZ

Oscar González Rocha, presidente ejecutivo de Southern Copper Corporation (SCC – Grupo México – propietaria de Southern Peru) expresó en el evento de minería PDAC 2019 (Canadá), que si el gobierno otorga este año la licencia de construcción del proyecto minero de cobre Tía María la compañía procedería a invertir en una nueva fundición en Ilo que se ubicaría al lado de la actual. Asimismo, dijo que ambas fundiciones producirán un millón de toneladas métricas de concentrado de cobre adicionales a la actual capacidad de producción de 1,2 millones de toneladas anuales; es decir, que se procesarán un total de 2,2 millones de toneladas métricas de concentrado del metal rojo.

¿Hasta qué punto ello es cierto y porqué en su decir la posibilidad de construir una nueva fundición está amarrada con Tía María, proyecto que –hasta la fecha–, solo contempla la explotación de los óxidos de cobre mediante el proceso de lixiviación, el cual requiere ácido sulfúrico para extraer el cobre en una solución que será trasladada a una planta de extracción por solventes y deposición electrolítica para la recuperación del metal?

Allí se producirán cátodos de cobre de alta pureza (99.999%), al igual que la refinería de Ilo. Es decir: el concentrado de óxidos de cobre, no pasará por el proceso de fundición.

Y aquí el lector se preguntará: ¿y por qué no aplican el proceso de lixiviación en Toquepala y Cuajone? Por una simple razón: ¡costos!

En el caso de los óxidos el proceso es rentable porque los minerales de cobre que contienen oxígeno son muy solubles en ácido sulfúrico, lo que no sucede con los minerales de sulfuro de cobre, que requieren ser chancados y convertidos en concentrados antes de pasar a una fundición.

Y aquí otra interrogante: ¿Cuándo se agoten los óxidos, SCC (Southern Copper Corporation) explotará los concentrados existentes en Tía María y en La Tapada, o –permítanme sonreír-, los abandonará a pesar de su alto contenido en oro y otros metales?…La respuesta es obvia, empero quedan algunas  preguntas en el tintero, como por ejemplo: qué método utilizaría para explotar los sulfuros de Tía María y La Tapada…¿Dónde se depositarían los relaves, cuántas toneladas de concentrado produciría, etcétera, etcétera?

Y antes de finalizar por ahora el tema de Tía María, cabe hacer una interrogante tanto a la empresa como a las autoridades: ¿cómo piensan solucionar el problema que ya se ha ocasionado y que se incrementará, –en el caso de darse–, la inversión en la Tía, al disminuir las ganancias y por consiguiente los impuestos y con ellos el canon de Moquegua y Tacna? ¿Esperan acaso otro “moqueguazo” para hacer las correcciones del caso?

Y ahora intentemos responder la pregunta que encierra el título de la presente nota, dadas las declaraciones del CEO de la SCC, que bien a modo de coerción, bien a modo de palo encebado, habla de la posibilidad de construir una nueva fundición en Ilo, al lado de la actual.

Y para ello recurramos a Adam Smith y su metáfora sobre “la mano invisible en la economía” que es una forma de expresar la capacidad auto reguladora del libre mercado, el cual, en este momento, tal y conforme lo podemos apreciar en el Perú, en el cual, –salvo la SCC vía González Rocha–, ninguna empresa ha esbozado la posibilidad de invertir en fundiciones. Y ello por muchas razones.

Señalemos algunas, recordando que antes de asumir el gobierno PPK viajó con Vizcarra a la China, indicando muy alegremente que iban a pedir que invirtiera en nuevas fundiciones y refinerías en el Perú, tras lo cual no volvieron a tocar el tema. Y ello porqué, tal como lo señala un alto funcionario de Las Bambas, duda que una fundición de cobre sea rentable en nuestro país porque tendríamos que competir con otras de bajo costo de Asia.

Actualmente China importa casi 6 millones de toneladas de concentrado, produciendo solamente 1.5 millones lo que mantiene a sus fundiciones con una capacidad ociosa de cerca del 20%, creyéndose que para el 2023 será del 30%, por lo que esperan bajar en un 50% la importación de cobre  fundido y refinado en el 2023, a cambio de Importar concentrados con el objetivo de llenar la capacidad de sus fundiciones, para lo cual aparte de estar invirtiendo en nuevas minas incluso en el Perú, desalienta la inversión en fundiciones y refinerías fuera de China.

En dicho panorama, un alto funcionario de la SCC, pronostica que en los próximos 5 a 10 años la competencia en el sector minero será extremadamente dura, desgarradora y solo sobrevivirán aquellos que tengan un costo operativo tan bajo que su punto de equilibrio los haga estar por lo menos en un 20% por abajo del precio del Cu, dado que la China para el 2023 controlará a su antojo los costos, lo que ocasionará que muchas fundiciones y refinerías cierren al no poder competir con los costos de producción  de China y los castigos que establece para los productos refinados y fundidos. (Al respecto cabe señalar el orden actual del costo de la mano de obra, factor importante no solo en el rubro minero: Japón, Alemania, España, Bélgica, Usa, Australia, Canadá, Chile, Brasil, Panamá, Colombia, Argentina, Perú, México, Ecuador, Bolivia, India y China).

Y aquí cabría preguntarle a González Rocha, considerando todo lo anterior: ¿en el supuesto –para mi negado–, que tenga un mercado donde colocar la producción de una futura fundición a precios adecuados, por qué amarrar la misma con una posible autorización para la construcción completa de Tía María? ¿No será que es tan solo una estrategia de marketing para hacer viable la explotación del yacimiento arequipeño antes que se convierta en abuela?

Y para finalizar una última observación: a mi entender el mercado libre exaltado en los libros de texto convencionales, simplemente no existe en la realidad y, por lo tanto, el tipo de ideal social que derivaría de ese caso extremo, el de la disponibilidad de ese mercado totalmente libre, tampoco.

Prueba fehaciente: China mediante sus planes quinquenales desde hace unos lustros, –pura planificación–, viene influyendo en el mercado mundial y ello no solo en el aspecto minero…y lo continuará haciendo por muchos años más, por lo que me temo que la posibilidad de construir una nueva fundición en Ilo, tan solo es un juego de artificio.

«No puede haber una sociedad floreciente y feliz cuando la mayor parte de sus miembros son pobres y desdichados» – Adam Smith.